NUESTRA OPINIÓN …
Todo muere de Juan Gómez-Jurado es el cierre de la trilogía que inició con Todo arde y Todo vuelve, pero no solo eso, Todo muere es la pieza que arma el puzzle completo de las ocho novelas que conforman el universo Reina Roja (El paciente, Cicatriz, Reina Roja, Loba negra, Rey Blanco, Todo arde, Todo vuelve y Todo muere)
A poco que ya hayáis buscado alguna otra reseña ya habréis visto que en ninguna pone demasiado y es que escribir una reseña de los libros de Juan siempre es complicado pero en este caso lo es más aun, salir con éxito sin ningún spoiler es casi una misión imposible.
En Todo muere vamos a continuar con los tres personajes principales que, aunque podrían retirarse a vivir una vida tranquila (más o menos porque siempre les quedaría alguien deseando su muerte), deciden que tienen que seguir luchando por conocer la verdad, o más bien, lo decide Aura. En esta entrega, la cabezonería o necesidad de Aura por conocer quién mató a su marido y sobre todo por qué, le llevará a arrojarse una vez más al abismo cueste lo que cueste y aunque nadie esté dispuesto a seguirla en el camino. Por ello, en mi opinión, vamos a encontrar una Aura que nos muestra unas actitudes que difieren ligeramente de lo que hemos conocido de ella en entregas anteriores. Una novela en la que el poder, la venganza y el resentimiento se apoderan del gran elenco de personajes femeninos que transitan la novela.
En este libro, Juan Gómez-Jurado nos confiesa que aunque nosotros no lo sabíamos, él sí que tenía claro este universo cuando comenzó con la primera de ellas y que con cada novela de las ocho que forman el universo ha ido tejiendo una tela de araña que hace no solo que puedas leerla comenzando por cualquiera de los títulos (siempre manteniendo las trilogías en orden dentro de ellas mismas) sino que, si ahora, con todo el conocimiento de toda la historia, releyéramos los libros anteriores, encontraríamos muchos detalles que ya fue dejando y que pasaron desapercibidos para todos nosotros.
En mi caso, el único inconveniente que le veo es que, yo olvido la mayor parte de los detalles de los libros poco tiempo después, por lo que recordar los de algunos de los libros que leí hace más de ocho años se me hace totalmente imposible, casi lo es recordar los detalles de la entrega anterior. Aunque en este último caso, el autor ayuda bastante, dando las pinceladas necesarias de las dos entregas anteriores de la trilogía para refrescar al lector la memoria en más de una situación.
Que Juan Gómez-Jurado es un genio por haber logrado armar esta trama está más que demostrado, al ofrecer al lector una experiencia a la altura de cuando Netflix decidió hacer un experimento en el que fueran los espectadores los que decidieran el orden de una historia que podía consumirse de diferente manera y (prometían) con distinto resultado.
Además, en Todo muere el autor se atreve con un final muy controvertido del que solo tengo (y puedo decir) que me genera la necesidad de volver a leer sus libros para encontrar muchas respuestas que creo que se han ido quedando en ellos sin descubrir.
Todo muere es Juan en pura esencia. Es rápido, visual, levanta sentimientos que te hacen querer zarandear a los protagonistas y está plagado de ese tono de ironía, humor, sarcasmo y diálogos mordaces tan característicos del autor.
En conclusión, si has comenzado con este universo, tienes que terminarlo y Todo muere te dará el hilo que une el resto de los puntos para confirmar el círculo. Una novela que una vez más, no me parece tan alejada de la vida real ya que ya sabemos que la realidad siempre supera a la ficción.
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