NUESTRA OPINIÓN …
Los que nos seguís sabéis que la novela romántica no suele ser un género que leamos habitualmente, no obstante, guiadas un poco por contactos que no suelen fallar a veces nos dejamos llevar, es lo que ha pasado con El arte de ser nosotros de Inma Rubiales con quién además hace poco os contamos que habíamos estado.
El arte de ser nosotros habla de Leah y Logan y su no-historia de amor, pero vayamos por partes. Leah es una chica de 19 años, universitaria que vive junto a su mejor amiga de la infancia Linda. Estudia literatura y su pasión oculta es escribir, al punto de que escribe novelas que publica en internet capítulo a capítulo y es seguida por miles de personas. Logan es universitario también, estudia Artes y trabaja como tatuador en un estudio.
Aunque Logan y Leah iban juntos en el instituto y Leah sabía perfectamente quien era Logan, no es hasta la universidad cuando sus caminos se cruzan de la manera más extravagante posible, y es que la primera escena de la novela es que aparecen juntos en una cama y esposados entre ellos aunque ninguno de los dos recuerda cómo ha llegado hasta ahí.
A partir de ahí iremos viviendo sus idas y venidas, la provocación, el tonteo y el juego que hay entre ellos en el que ninguno quiere admitir que le atrae la parte contraria mucho más de lo que le gustaría. Sin embargo, hay un hecho que marcará un antes y después para ellos y que hará que empiecen a mostrar un poco más su verdadera personalidad y no sólo la cara que quieren mostrar al exterior.
Sin embargo, El arte de ser nosotros es mucho más que una novela romántica y una historia de amor. En El arte de ser nosotros se habla de bullying o acoso, de delitos como la viralización de las imágenes privadas e incluso de personalidades que marcan casi el inicio de un maltrato, y es que Inma Rubiales hace con esta novela una llamada de atención sobre ciertos comportamientos que se pueden llegar a normalizar y ante los que hay que tener una especial atención, sobre todo con los más vulnerables para que no se dejen pasar.
También en esta novela conoceremos las dos caras de la moneda de una amistad. Con Linda, una de las pocas amigas de Leah, conoceremos ese tipo de amiga tóxica con la que Leah lleva tanto tiempo que cree que todo lo que hace es normal, que todo lo que le dice o hace es por su bien y que siempre tiene la razón, que todo lo hace por protegerla cuando en cambio desde fuera todos podemos ver que esos comportamientos no han hecho más que anularla e irla restando seguridad a lo largo del tiempo hasta convertirla en la persona que es ahora, una Leah que necesita validación para casi todo y que no se atreve a mostrarse al mundo tal y como es.
Por otro lado, encontraremos a Kenny y Sasha, una pareja que se convertirán en los nuevos amigos de Leah y que no harán más que darle seguridad en sí misma, apoyarla pero sobre todo hacerle ver que tiene un montón de cosas que mostrar al mundo, que tiene una fuerza que no tiene por qué ocultar y que es capaz de hacerse respetar y valer sin que nadie tenga que hacerlo por ella. Una amistad que hará que Leah crezca personalmente mucho a lo largo de la novela y que nos muestra las formas y la fuerza de una buena amistad.
No quiero dejar de mencionar el trabajo que ha hecho Inma Rubiales en la composición de los personajes. Todos y cada uno de ellos están perfectamente descritos mediante sus acciones y la gran mayoría tienen una gran evolución a lo largo de la novela pero sobre todo Leah y Logan. La autora consigue que el lector llegue a sentir el vacío que siente Logan debido a una gran pérdida pero también a un gran secreto relacionado con ella que no descubriremos hasta el final de la historia.
El arte de ser nosotros es una historia de amor pero también es una novela de amistad, de relaciones, de evolución y de sentimientos como la frustración, la vergüenza, la soledad, la tristeza, los celos pero también la valentía, la fuerza, la sensibilidad y la confianza. Todo ello en una novela con un buen ritmo, un toque de música, muchos bellos paisajes y mucho humor.
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