Universo de letras, marzo 2024
La Editorial Universo de Letras pone en el mercado una obra desopilante y genial, una rara avis que nos hará reír y pensar a partes iguales, siempre desde una óptica cervantina: El Piquijuye o las Quijoterías de otro Correro.
Probablemente, el humor inteligente sea el mayor arma de que dispone la literatura para captar nuevos lectores y hacerlos pensar. En los tiempos actuales, tan líquidos y cercanos a la posverdad del relato único, es muy de agradecer que aparezca una obra fresca y desvergonzada, en las mejores acepciones de estos términos, además de profundamente erudita y sibilinamente surrealista. Hablamos de El Piquijuye o las Quijoterías de otro Correro, la nueva apuesta de la siempre inquieta Editorial Universo de Letras, perteneciente al Grupo Planeta.
Por muchos motivos, nos encontramos ante una narrativa daliniana, kafkiana, casi imposible. Solo un auténtico alquimista del relato podría poner en pie una aventura, como si de un camino del héroe de quijotescas maneras se tratara, y salir airoso de ese dificilísimo ejercicio de funambulismo literario. Norman Panero es el firmante de esta maravilla no apta para ofendidos en potencia, que ya se sabe que hay muchos en la viña del Señor.
Todo es improbable, pero cierto, en una narración que se nos presenta como un salto de fe —y de obstáculos— para un antihéroe con todas las hechuras necesarias para convertirse en inmortal. Si don Quijote de la Mancha no se arredró para arremeter ante molinos de viento —«Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete»—, nuestro particular Piquijuye —venezolano para más señas— es capaz de realizar proezas tales como discutir consigo mismo, sabotear sus propios planes y hasta lidiar con la hostilidad de su amigo Nube Negra en situaciones realmente rocambolescas. Hará lo que sea necesario para imponer su particular idea de justicia en una cruzada para la eternidad.
Al acabar el libro, todo un festín literario, el lector que se precie de ser agudo y perspicaz se planteará la duda metafísica y moral de quién es el loco: el protagonista o la sociedad que lo oprime y que le obliga a emigrar y aceptar trabajos indecorosos. Esta memorable novela es una batalla campal entre lo imposible y lo improbable. Hágase un favor a sí mismo: no se la pierda… y tenga mucho ojo con los helados de paleta.
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