NUESTRA OPINIÓN …

Cuando hace unos meses leí Las cenizas de la inocencia de Fernando Benzo sabía que no iba a ser la última vez que me encontrase con este autor. Me había dejado con ganas de más, de mucho más. Por eso en cuanto vi entre las novedades Nunca fuimos héroes no me lo pensé dos veces.

Gabo es un comisario retirado que ha dedicado toda su carrera a la lucha contra el terrorismo. Ahora, alejado de lo que fue su día a día, lleva una vida sin sobresaltos en la que se dedica a dejar la vida pasar. Pasa la mayoría de las tardes en un bar cercano y mantiene una relación con la dueña sin mucho compromiso por ambas partes.

Pero un día Aldama, un pisamoquetas, antiguo jefe y compañero, hoy comisario general,  le muestra una fotografía en la que aparece Harri, un terrorista que hace años huyó de España, y que para Gabo se convirtió en una obsesión atraparlo. Harri, durante toda su carrera, fue la fijación de Gabo.

Harri ha vuelto, está en Madrid, y han saltado todas las alarmas pero la Policía no le puede detener ni seguir oficialmente porque las causas que pudiera haber abiertas han prescrito, por lo que le pide ayuda a Gabo para intentar descubrir qué se trae entre manos y qué le ha llevado a volver a España.

Gabo se niega en un principio a colaborar pero todo aquello que ha luchado por dejar atrás, o por lo menos a un lado, volverá a reclamar su espacio y se verá empujado a ayudar a quien dejó de ser su amigo, compañero y hasta superior.

Vaya por delante que, como ha he dicho con anterioridad, la forma de escribir de Fernando Benzo me gusta mucho, pero es que, además, si la anterior historia ambientada en el hampa de la postguerra en Madrid me entusiasmó, os adelanto que esta no se ha quedado atrás.

He disfrutado mucho con esta novela que mezcla la novela policíaca y la histórica, que tiene mucho de real y que relata uno de los episodios más dolorosos de nuestra historia más reciente. Porque aunque no nombra explícitamente a esa «banda» a la que se refiere, no nos queda ninguna duda de a quien se está refiriendo. No hace falta nombrarla para que quienes ya contábamos con algunos años cuando ocurrieron los hechos a los que hace referencia sepamos, sin ningún género de dudas, a quienes se refiere y se nos vuelvan a poner los pelos de punta reviviendo algunas escenas que se mencionan, ni se revuelva algo en nuestro interior al reconocer quienes estuvieron detrás de aquellos hechos.

Fernando Benzo quiere, con Nunca fuimos héroes, hacer un homenaje a todos aquellos, mujeres y hombres, que con su buen hacer, su trabajo, sus horas de desvelo y hasta con su vida, consiguieron poner fin a una época terrible de nuestra historia. Y lo hace creando una trama en la que mezcla lo real con lo imaginado, y lo hace con tal habilidad, y con un relato tan creíble que el lector va a tener serias dudas a la hora de saber, quitando los hechos concretos que son de sobra conocidos, si el resto no fue también tal y como lo cuenta.

Una lectura en apariencia sencilla pero que esconce mucho detrás.

Las situaciones que van aconteciendo llevan a Gabo a pensar en todo lo que aquellos años supusieron para él, todo lo que sigue arrastrando. Una mochila que no puede descolgar y dejar atrás. Tiempos pasados que reabren viejas heridas.

Un viaje emocional en el que le acompañaremos a aquella época de vigilancia, los seguimientos, la frustración ante los atentados, la tensión de las operaciones, los compañeros que se quedaron por el camino, la guerra sucia y una historia de amor que quedó truncada. También a sus reflexiones sobre la culpa que él, como tantos otros, arrastra por no haber sabido y podido anticiparse para evitar otro atentado, otro crimen, otra muerte, otra vida perdida y tanto dolor.

Y la lealtad, ¿pero lealtad a quién, a qué? ¿Qué es en realidad la lealtad?.

Y con todos estos mimbres vamos teniendo un completo mapa del pasado de Gabo, como de otros muchos que estuvieron en esa lucha «por pillar a los malos». Porque para todos ellos lo único verdaderamente importante era «pillar a los malos» y acabar con aquella sinrazón.

Pero también vamos a conocer la otra cara de la moneda. Cómo eran, la forma de actuar de los que estaban enfrente, el reclutamiento, la organización de esos a los que había que pillar, y cómo aprovecharse de sus debilidades, porque al fin y al cabo los terroristas también son personas.

Nunca fuimos héroes es una de esas novelas que no puedes dejar de leer y recomendar. Una novela que tiene todos los ingredientes para disfrutar de su lectura y para conocer un poquito más de nuestra historia más reciente y a aquellos hombres y mujeres, muchos de ellos anónimos, que velaron por nuestra seguridad. Y todo ello acompañado de una trama policial en la que se dan la mano el terrorismo más actual con el tráfico de drogas, y que mantiene al lector expectante hasta el final.

No te la pierdas.

FICHA DEL LIBRO

FRAGMENTO