NUESTRA OPINIÓN…
Los que me conocéis ya sabéis que si sé que un libro se desarrolla en Madrid es difícil que me resista a él. Si además, la portada y el título son sumamente atractivos y sugerentes y, además, transcurre en los años 40, es seguro que acabará en mis manos. Y así sucedió con Las cenizas de la inocencia de Fernando Benzo.
Emilio es un chaval que juega en la calle y al que en casa su madre que trabaja controla poco. Cómo en todas las casas en la suya también hay escasez, por eso, cuando en su pandilla planean, casi como un juego, entrar en un almacén y hacerse con unas vasijas de leche, a él que arrestos no le faltan, junto con su afán por la aventura y la posibilidad de sacar algún beneficio, hace que no se lo piense dos veces.
Las cosas no salen como estaban planeadas pero Emilio conoce a alguien a quien le gustaría parecerse y tiene la esperanza de volver a encontrarse con él.
Son muchas las cosas que me han gustado de esta novela, pero creo que hay una que sobresale entre todas y es la ambientación.
Hasta el momento no había leído ninguna novela ambientada en la postguerra en estos términos y vaya por anticipado que me ha gustado mucho.
En Las cenizas de la inocencia nos vamos a encontrar con un Madrid en el que en sus calles hay una apariencia de calma que no es cierta. Aunque hace algunos años que ha terminado la Guerra, la batalla que ahora se libra en sus calles es otra, la del hambre y la pobreza. Pero tampoco es ésta la única. El negocio de estraperlo da pingües beneficios y la lucha por el control del mercado también afecta a las calles y las gentes de la ciudad.
El retrato que Fernando Benzo hace de Madrid de los años 40, convierte a la ciudad en una protagonista más de la novela. Sin moverme de donde estaba leyendo me trasladaba sin esfuerzo a sus calles, a los billares, o al Dixie con su banda de jazz y su cantante, su barra, sus reservados; era como si estuviera viendo una película al más puro estilo de Hollywood, de los gangsters o el hampa, en blanco y negro, pero en la que el escenario eran nuestras calles, con nuestros problemas, con nuestras vidas.
Y en esa ciudad, Emilio va a tener que crecer deprisa, lo que él veía como una aventura pronto se dará cuenta de que es mucho más, que la vida no es un juego y nada es gratuito y menos en ciertos ambientes. Pronto tendrá que tomar decisiones que no solo le afectan a él y tendrá que hacer cosas que nunca se hubiese imaginado capaz de hacer.
Y si buena es la ambientación los personajes no le van a la zaga, siendo otra de las claves de la novela. Son unos personajes sólidos, complejos, muy reales, con muchos matices y en los que encontraremos lo mejor y también lo peor, en unos años y una ciudad en la que sobrevivir no era fácil, y a los que nos resultará fácil imaginarnos.
Va a ser difícil olvidarse de Emilio, Nico, Asia Luján/Rosita, Marita, Ricardo Giralda, Matías Sampedro, Jorge Lanza, Gante y alguno más, dando igual que tengan mayor o menor protagonismo en la historia.
En Las cenizas de la inocencia nos vamos a encontrar una buena historia, dura, muy bien contada, muy visual, en la que el autor no se extiende en descripciones innecesarias pero que aún con esa economía consigue llevarnos totalmente a lugares y situaciones, con una trama en la que hay intriga y buenos giros y en la que encontraremos corrupción, traición, amistad, amor, lealtad, ilusión.
Una novela que sin un gran ritmo te incita a seguir leyendo, te mantiene pegado a sus páginas de manera sutil, hasta llegar al final. Un buen final, un final a la altura de lo leído.
Y no quiero terminar sin hacer mención especial al club de jazz Dixie con todo lo que encierra y a través del que, me da la impresión, Fernando Benzo tanto ha querido reflejar y transmitir, y hasta hacer analogía con lo que era aquel Madrid de entonces. Me hubiese encantado disfrutar de una de sus veladas.
En conclusión, me he encantado encontrarme con esta novela y conocer a su autor, de quien nada había leído y con el que, sin duda, volveré a repetir.
A mí también me gustó mucho y es que si al género le sumas Madrid, me pasa lo que a ti no me lo puedo perder.
Besitos
La verdad es que tiene buena pinta, pero no puedo con todo y algunos hay que descartar.
un beso ;)
La verdad es que la ambientación suena genial y si además la destacas especialmente…A mí me llama mucho, es una época que vivieron mis abuelos, además en Madrid. Así que anotada me la llevo ;)
besitos