NUESTRA OPINIÓN …
Una vez que caes en las garras de Víctor del Árbol es difícil que puedas escapar de ellas. Y aunque sabes que cada libro no va a ser precisamente una lectura fácil, ni amable, y que de ella vas a salir «tocado» no puedes resistirte y vuelves una y otra vez. En esta ocasión le ha tocado el turno a El tiempo de las fieras.
Soria es un policía al borde de la jubilación que ha sido desterrado por los suyos a Fuerteventura, un destino en el que no es fácil meterse en líos ni complicarle la vida a nadie, para que pase sus últimos meses previos a que el Comisario Pino le firme su baja y pueda jubilarse con la paga completa.
Con lo que no cuentan ni el Comisario Pino y Soria es que el atropello de una chica y su desaparición, el incendio en una fábrica con varias muertes, un suicidio y alguna otra cosa compliquen sus planes, y, en una isla en la que no pasaba nada, desde la llegada de Soria, en pocos días, no dejen de tener lugar un montón de hechos que investigar y más muertos de los que han tenido en años.
Vaya por delante que aunque El tiempo de las fieras es la segunda parte de Nadie en esta tierra, y se puede leer de manera independiente, merece la pena, y es importante, leer ambas, y en orden, para ver la evolución de los personajes comunes a las dos novelas, aunque aquí los principales podríamos decir que son los secundarios de aquella y viceversa.
Es abrir y ponerte a leer una nueva novela de Víctor del Árbol y tener esa sensación de volver a algo conocido que añorabas hace mucho. Una sensación de que, aunque seguramente lo que leas va a doler y no saldrás indemne de las páginas que tienes entre las manos, llevabas tiempo queriendo volver a disfrutar de la forma de escribir, crear, transmitir de este autor, y de esos personajes que crea como nadie.
En El tiempo de las fieras, Víctor del Árbol crea una trama y estructura complejas y complicadas, en la que nos vamos a encontrar dos narradores distintos; por un lado, un personaje que nos habla en primera persona, del que ni siquiera sabremos su nombre, en realidad su nombre no importa, ya que lo que de verdad es interesante es que conozcamos su historia; por otro lado, tenemos un narrador omnisciente que nos va llevando por diferentes lugares y momentos temporales que viven distintos personajes.
La maestría del autor lleva a que nada de lo anterior lleve al lector a perderse en la lectura de El tiempo de las fieras, muy al contrario, con esa forma de narrar crea una intriga que lleva a querer saber que es lo que quiere contarnos y conocer qué es lo que está sucediendo en realidad.
El tiempo de las fieras es una novela coral formada por diferentes hilos argumentales, en principio, inconexos que mantienen al lector enganchado a la trama, para ir poco a poco colocando las piezas del puzzle en su sitio, tejiendo con mimo la urdimbre hasta llevarnos al momento final.
En las novelas de Víctor del Árbol si hay algo verdaderamente importante son los personajes, y El tiempo de las fieras no es una excepción. Sean más o menos importantes dentro de la trama, siempre tienen una historia que contar, y todos son igual de importantes sea cual se su papel en la novela. El autor cuida mucho los rasgos psicológicos en unos personajes complejos, llenos de matices, explorando en los orígenes y motivaciones de cada uno de ellos.
El tiempo de las fieras es una novela llena de tensión narrativa que mantiene en vilo al lector. Muy cinematográfica y dinámica, con cambios escenarios y ritmo, giros inesperados, diálogos rápidos y capítulos cortos que hacen que el lector quiera conocer más de sus personajes y de lo que está sucediendo.
En definitiva, El tiempo de fieras es un thriller que no te debes perder y que, sin duda, nos entretendrá y disfrutarás, pero en el que Víctor del Árbol, fiel a su manera de hacer, también nos llevará a reflexionar sobre la naturaleza del mal, el poder, la venganza, la amistad y la traición, entre otros temas.
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