Caballo de Troya, septiembre 2023
Caballo de Troya publica Ya nadie canta, de Manuela Espinal. Una nueva Natalia Ginzburg hecha de farándula y lentejuelas.
Manuela Espinal Solano ve en las vivencias familiares el oro de la condición humana, al modo de una Natalia Ginzburg en cuyo Léxico familiar brillasen la música, el gusto por la farándula, el show y las ansias de protagonismo escénico esparcidas por una vida cotidiana hecha de rituales domésticos y frases repetidas mil veces. Y, por debajo de todo ello, la intimidad, la cruda verdad humana, la ternura.
Manuela Espinal Solano es cantante por herencia, su familia está formada por generaciones de músicos, pero también escritora. Una que ha sabido ver entre las vivencias comunes familiares el oro de la condición humana, en cuyo léxico brilla la música, pero también la intimidad, la debilidad humana o la ternura. Ya nadie canta es su primer libro publicado en España.
Ha muerto el abuelo, único hombre en una casa llena de mujeres, mitad de una historia de amor tan irregular como incombustible. Partiendo de ese momento, Ya nadie canta despliega el pasado y el presente de una familia singular que ha dedicado su vida a la música ligera y el espectáculo.
Este libro nos abre las puertas de una casa en la que los personajes deambulan por sus quehaceres diarios sin poder despegarse del todo de los brillos, las lentejuelas, los destellos de los focos y el tradicional desorden vital de toda vida que se precie. Por debajo de los rituales domésticos y las frases manidas subyacen las ansias de protagonismo escénico, la importancia de la mirada externa, los lazos enturbiados y fortalecidos por los embates de la vida y los absurdos giros del destino. La escritura de Espinal Solano es una mirada privilegiada sobre la condición humana, un registro de la más pura memoria −acaso ficción− que conduce a la gran meta del olvido.
Manuela Espinal nos regala un texto elegante, repleto de belleza, que gira en torno a la memoria familiar y a las promesas cumplidas e incumplidas que quedaron eclipsadas por un mundo de lentejuelas. Ya nadie canta es un libro brillante y portentoso.
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