NUESTRA OPINIÓN …
Desde descubrimos con El alma de las piedras a Paloma Sánchez-Garnica pocas novelas suyas nos quedan por leer, y es que siempre hemos disfrutado muchísimo con la lectura de cada una de ellas. Por eso cuando este año resultó Finalista del Premio Planeta con Últimos días en Berlín, nuestra alegría fue doble, primero porque se le reconocía el maravilloso trabajo literario que realiza novela tras novela y, segundo, porque no tardaríamos nada en tener otra obra suya en nuestras manos.
Yuri Santacruz, hijo de un agregado de la Embajada de España en la Rusia Zarista y una inteligente y bellisima rusa, nunca ha entendido el motivo por el que su padre renunció a localizar a su madre y el hermano que quedaron en Rusia cuando su situación se convirtió en insostenible tras el estallido de la Revolución y huyeron del país, así que en cuanto tiene oportunidad decide trasladarse a Alemania, desde donde piensa tendrá más oportunidades, para poder localizarlos.
Lo que no imagina es que lo que le tiene deparado el destino, después de que tras la asistencia al nombramiento como canciller de Adolf Hitler sea testigo de la paliza a un joven indefenso.
Lo primero de todo no quiero dejar de señalar algo que desde el principio me impactó, y es lo actuales que nos pueden resultar los fragmentos de los Principios de propaganda de Goebbels que intercala Paloma Sánchez-Garnica en la novela, y que si no iguales, tan parecidos son a los que pueden utilizar en nuestros días los políticos, sean del lado que sean, en pleno siglo XXI, entre ellos quizás el más repetido de que “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”, algo que sin duda da que pensar y pone un poco los pelos de punta. Parece que nunca aprenderemos de nuestros errores.
En Últimos días en Berlín, a través de unos personajes maravillosos que son el eje de la trama, Paloma Sánchez Garnica nos sumerge en una ficción histórica que transcurre en una Europa convulsa y que tan maltrecha quedó tras la II Guerra Mundial. Un novela en la que se trasluce la amplia labor de documentación que ha tenido que llevar a cabo la autora para transmitir a través de las vidas cotidianas de sus personajes, cómo los sucesos históricos influyen en sus vidas y los distintos caminos por los que se llegó a unos totalitarismos que se intentan encubrir como tales.
Y es que si alguien sabe manejar con rigor y soltura estos datos para crear una intrahistoria que contar al lector de forma maravillosa, para que el lector quede pegado a las páginas de sus novelas, esa es Paloma Sánchez-Garnica, que con su excelente, elegante, clara, directa, sencilla y cuidada prosa, su manejo de los tiempos, su creación de personajes y de historias que te llegan a lo más hondo y se quedan contigo, consigue unas novelas de las que no puedes olvidarte.
Para mi los libros de Paloma Sánchez-Garnica son un lujo de lectura, un refugio, ya que sé que cuando empiezo las primeras páginas, es como si sus novelas me abrazaran, me sumerjo en ellas y siento que no quiero abandonarlas, me llevan a lugares en los que vivo junto a sus protagonistas sus historias, me hacen olvidarme de todo y demuestran que no hace falta un thriller para estar deseando volver a esa lectura que no querías interrumpir.
Se pueden decir muchas cosas Últimos días en Berlín, una novela que sin duda en vez haber resultado Finalista es merecedora del Premio Planeta, pero lo mejor no es leer sobre la novela, sino leer la novela. Así que desde aquí os animo a que no la dejéis pasar porque os puedo asegurar que no os vais a arrepentir de haberla incluido entre vuestras lecturas.
A mí me gusta mucho el estilo de Paloma, cómo escribe y lo bien que recrea y ambienta. En esta novela me sobraron, quizá, páginas, especialmente algunas dedicadas a biografías de personajes que solo aparecen una vez y el toquecito de «folletín». No hablo del final, porque me pareció fatal y a trompicones. Besazo
No puedo estar más de acuerdo con vuestras impresiones. Paloma es un valor seguro y conquista con esa forma tan suya de contar las cosas. La he disfrutado muchísimo.
Besos
Ya hemos hablado largo y tendido sobre esta novela. Fue una de mis mejores lecturas del año pasado.
Besos.
Pues nada, lo voy a tener que leer, sí o sí.
Besotes!!!
Thanks for sharing