¿Quieres que tus hijos sean adultos felices? Anna Morató te indica cómo puedes intentarlo a través de sus cuentos.
1. Es un fenómeno de ventas avalado por sus seguidores.
Su confianza en el proyecto hizo que explorarael mundo de la autopublicación y rápidamente su libro De mayor quiero ser feliz, 6 cuentos cortos para potenciar la positividad y autoestima de los niños se consolidó en los puestos de los más vendidos en Amazon. Allí, sigue desde entonces sin ceder la posición a autores con consolidadas trayectorias. Desde que su primer volumen saliera a la venta hace seis meses bajo el sello editorial Beascoa de Penguin Random House Grupo Editorial, los dos títulos de De mayor quiero ser feliz llevan más de 50.000 libros vendidos. Los libros han sido también un éxito en las redes sociales, internet; y muchas influencers y profesionales de la psicología y de la educación han respaldado los cuentos desde su inicio.
2. Su método de educar en la positividad funciona.
La positividad, como eje sobre el que trabajan los últimos estudios de los psicólogos y especialistas más importantes tanto nacionales como internacionales, ya no es una tendencia, es una realidad. Elsa Punset o Patricia Ramírez, son algunas de las que avalan esta teoría. En palabras de la autora, «la positividad se puede trabajar. Es indudable que hay personas que nacen más optimistas y positivas que otras. Pero por otra parte también es algo que se puede aprender. Igual que a los niños les enseñamos a leer, escribir o sumar, también podemos y debemos enseñarles a ser felices».
3. Conclusiones de grandes especialistas están bajo sus historias.
Morató es una ferviente lectora de libros y estudios de autoconocimiento y pensamiento crítico. Louise Hay, Robert Holden, Wayne Dyer, Luis Castellanos, Bernabé Tierno son algunos de sus autores de cabecera y profesionales que inspiran a la autora y a los que recurre regularmente.
4. Conectan con los niños en la edad más adecuada para que inicien a gestionar las seis emociones clave que les convertirán en adultos felices.
La inteligencia emocional se puede trabajar a cualquier edad, pero como los idiomas, no es lo mismo hacerlo a los cuatro que a los cuarenta. Lenguaje positivo, empatía, confianza, agradecimiento, autoestima y frustración, son las emociones que principalmente trabaja la autora en sus doce cuentos. Durante los primeros años de vida, los niños poseen una importante plasticidad cerebral, por lo que esta etapa y las experiencias y aprendizajes que se den en ella, son especialmente importantes para el enriquecimiento y adecuado desarrollo de adultos sanos. Expertos en inteligencia emocional como Daniel Goleman argumentan que cuando una persona, desde su infancia, aprende a manejar sus emociones, puede esperar ser un adulto exitoso mucho más que si tiene un alto coeficiente intelectual. Todos los textos e ilustraciones de apoyo están adaptados para que los niños a partir de cuatro años puedan quedarse con el mensaje de trasfondo de una manera fácil y clara, tanto si ya leen por ellos mismos o si la lectura es compartida con un adulto.
5. El empoderamiento no tiene edad ni género.
Fomentar el empoderamiento en los niños es parte fundamental para que puedan desenvolverse en la sociedad de hoy en día. Diferentes situaciones que no podrán evitar se presentan en el día a día de los niños. Dotarles de herramientas para que puedan cambiar el foco y que descubran y sientan su poder interior, es el objetivo de la autora: «Una de las frases que más les repito a mis hijos es que ellos son los que deciden lo que dicen, piensan, escuchan y hacen. Esas cosas dependen únicamente de ellos, igual que la felicidad. Nosotros mismos somos los que decidimos cómo reaccionamos frente a las cosas que nos pasan, tanto las buenas como las malas. Creo que es importante que se sientan empoderados, es decir, que sepan que tienen mucho más poder de lo que se pueden imaginar. Y por supuesto que sepan que tienen nuestro apoyo.»
Anna Morató es una de esas mujeres hechas así mismas en todos los sentidos. De esas personas que deciden su destino y cogen las riendas de su propio futuro. Estudió Dirección y Administración de Empresas & MBA en ESADE y trabajó en varias multinacionales de gran consumo en el área de marketing. Pero Tenía claro, por mucho que le gustara su trabajo, la empresa que quería sacar adelante con éxito era la más importante de su vida: preparar a sus hijos para la vida y dotarles de herramientas para que disfrutaran del camino que les tocaría recorrer. Para alcanzar sus objetivos, vio que tenía una oportunidad si adaptaba sus conocimientos profesionales a las necesidades de sus hijos. Así que los power point y las presentaciones que hacía en su día a día, se llenaron de situaciones que solventaban problemas cotidianos como recoger los juguetes después de jugar o evitar las quejas al tener que irse del parque. Sus presentaciones, comenzaron a entremezclarse con historias inventadas en las que el positivismo siempre era el denominador común, y derivaron en los cuentos que la han convertido en una de las escritoras más prometedoras y exitosas del panorama infantil nacional
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