NUESTRA OPINIÓN …
Hace ya muchos años que iniciamos las aventuras de la serie Bergman y, aunque son libros que enganchan desde el minuto uno y que he recomendado mucho, el parón que hicieron los autores en las últimas entregas me hizo desconectar un poco de la serie y que haya tardado tanto en continuar con la séptima entrega de la serie, Verdades enterradas.
Es complicado hacer la reseña de este libro sin hacer ningún spóiler de los anteriores por lo que, si has llegado hasta aquí sin saber que es una serie, te recomiendo acudir a la reseña de la primera entrega, Secretos imperfectos . Aunque los casos que ocupan cada una de las entregas son autoconclusivos, en este caso, la historia de los personajes que continúa a lo largo de las novelas es gran parte de esta entrega también y, a pesar de que viene explicado el contexto, si te gusta esta serie, leer esta entrega por separado te habrá estropeado cualquiera de los libros anteriores.
En Verdades enterradas vamos a encontrarnos con la unidad de homicidios de nuevos solo que en este caso ya no es Torkel quién está al mando sino Vanja. Además, Sebastian, colaborador ocasional, también está fuera del caso que nos ocupará en esta historia o al menos del caso oficial ya que como imaginaréis, Sebastian sigue siendo uno de los protagonistas de esta historia.
En Verdades enterradas nos vamos a encontrar con una serie de muertes en la que, aunque está relativamente claro que el autor es el mismo, las víctimas no tienen en apariencia ninguna conexión entre sí: géneros y edades distintos, profesiones diferentes y aparentemente no han estado en los mismos lugares por lo que el trabajo de la unidad de homicidios se centrará en encontrar todas las pistas posibles hasta dar con algo que las conecte. Todo esto y además, tratar de evitar las siguientes muertes porque nada hace pensar que el agresor vaya a detenerse. Sin embargo, aunque este es el asunto de esta novela, veremos que hacia un poco más de la mitad el caso estará resuelto. Esto es porque gran parte de este libro trata también de un caso que se rescata de uno de los libros anteriores donde una de las compañeras del cuerpo desaparece. En este libro, se descubre que la desaparición no es tal sino una muerte y como tal se reabrirá ese caso que toca muy de cerca a esta unidad.
Como comentaba, no quiero hacer spóiler de los libros anteriores pero los compañeros de la unidad de homicidios tendrán que hacer gala de su profesionalidad y luchar contra sus propios sentimientos a la hora de tratar de esclarecer los sucesos del pasado.
Verdades enterradas es un thriller como los que nos tienen acostumbrados Hjorth y Rosenfeldt, rápido, directo, visual, sin florituras y con un componente adicional en la resolución que siempre está presente y que es el estilo de esta serie: el perfil psicológico de los criminales.
Aparte del componente de thriller y novela negra que tienen estos títulos, es importante destacar, ese perfil psicológico en este libro en concreto que en cuanto al caso principal explica y refleja la repercusión que pueden llegar a tener los hechos del pasado en el presente, cómo hay ciertas cosas que se quedan grabadas en la infancia y que, unidas a un ambiente familiar desfavorable pueden hacer estallar a las personas y convertirlas en monstruos.
Si aún no habéis leído nada de estos autores, os recomiendo probar porque cuando empecéis no podréis parar. Además, en este caso, no tendréis que esperar ya que la octava y última entrega en nuestro país, Culpas compartidas, ya está publicada y disponible para todos aunque no me cabe duda de que como en todos sus libros, acabará de nuevo por todo lo alto y haciéndonos suspirar por la siguiente entrega.
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