Alrevés, febrero 2024
En Un tango para Emmy Langer, Elsa Plaza parte del asesinato real de Emmy Langer en 1931 para retratar la sociedad barcelonesa durante los primeros años de la República.
A finales de 1931, poco después de la gran fiesta republicana, se descubre el cadáver de una mujer enterrado bajo las baldosas de una pequeña edificación del barrio de Llefià, en Badalona. La historia de este crimen real, que llenó durante meses las páginas de los periódicos de toda España, es recreada en esta novela, recorrida por una trama absorbente que recoge no solo el crimen de la alemana Emmy Langer, sino los primeros años de un tiempo de esperanza y de rupturas revolucionarias que pronto fueron enterradas en fosas anónimas, como lo fue el cadáver de la propia Emmy.
Margarita Casas, periodista, madre soltera, que llega a Barcelona tras su exilio argentino atraída por la esperanza republicana, cubrirá el caso para su periódico sin poder sustraerse de los acontecimientos que están sacudiendo al mundo, como la lucha por el derecho al voto femenino o la conquista de espacios hasta entonces vetados a las mujeres, pero, también, el auge de un fascismo que va cobrando fuerza en Europa y que se impone con un golpe militar en Argentina, país siempre presente a través del tango como música y letra de fondo de los hechos más oscuros que marcan la vida del asesino y su víctima.
Elsa Plaza, con pulso maestro, con ritmo magistral y con una prosa atravesada por la nostalgia, la perfecta recreación histórica y la impresionante caracterización de los protagonistas y su tiempo, nos fascina con una novela que es, como esa Barcelona de la Segunda República a ritmo de tango, convulsa e inolvidable.
Una novela que ensalza el feminismo y ahonda en los grandes dilemas con que se encontraba el movimiento republicano y el feminista. En la novela se destaca la importancia que tuvo la República para el feminismo, pero, también los precedentes. Marcados por las luchas sociales de las trabajadoras e intelectuales de finales del XIX y principios del siglo XX, quienes desvelaron en sus publicaciones y con su activismo, el estricto orden patriarcal que imponía a las mujeres un lugar de subordinación absoluto.
Refrendado éste por teorías filosóficas y pseudonaturalistas que determinaban su lugar en espacios siempre cerrados: el hogar, el prostíbulo, el monasterio.
Caso contrario, la cárcel o el manicomio. Esta situación las condenaba a altas tasas de analfabetismo y de explotación sexual y laboral que aquellas primeras feministas denunciaban y que retomaron las de los años treinta, remarcando también la ausencia de mujeres en la vida pública y la influencia nefasta de la iglesia que justificaba esta situación. Es precisamente la influencia eclesiástica que muchas feministas republicanas creyeron un lastre para las mujeres del pueblo, por lo que negaban su derecho a la participación política de ellas. El debate fue intenso cuando se trató el voto femenino, defendido por Clara Campoamor, y que se recoge también en esta novela. Esto y la nueva moral republicana, influida por esas pioneras del feminismo que cuestionaban el matrimonio y reivindicaban la educación sexual que implicaba una sexualidad gozosa, sin la servitud de la maternidad.
También, en el libro se hace mención a las organizaciones de tratantes de mujeres que se descubren en Argentina, Zwi Migdal, con envíos de jóvenes
europeas para abastecer prostíbulos en Buenos Aires, y que las feministas locales denuncian, y el periodista francés Albert London lo describe en su obra de investigación El camino de Buenos Aires. En la novela se recoge, través de la historia real de la muerte en Buenos Aires, de la feminista Julieta Lantieri, durante el golpe militar de Uriburu. A continuación recojo los párrafos donde se cita alguno de los puntos citados.
¿Quién fue realmente Emmy Langer?
Emmy Langer era una treintañera, viuda del antiguo director de la Compañía Fabril de Carbones Eléctricos, muerto años atrás después de arruinarse. Desde entonces, había deambulado por diversas pensiones de Barcelona, malviviendo de unos magros ahorros. Su cadáver fue encontrado a finales de 1931 en el barrio de Llefià de Badalona, bajo las baldosas de una pequeña edificación.
Elsa Plaza estudió Bellas Artes en Buenos Aires, donde nació, y cine en la Universidad de París VIII, y se doctoró en Historia del Arte en la Universidad de Barcelona, con la tesis Acerca del tiempo y la memoria. Hacia una estética de la intuición. Colaboró como ilustradora en diversas revistas de ámbito local y en la primera Agenda feminista del Estado español, editada en Barcelona por la legendaria LaSal Edicions de les Dones. Ha publicado artículos sobre teoría del arte y feminismo.
Escritora de ensayos como Desmontando el caso de la vampira del Raval. Misoginia y clasismo en la Barcelona modernista (2014), La calle olvidada. Sant Antoni de Pàdua, en el Distrito V (2017), La vieja cárcel de la calle Amalia (2020) y Maternidades. Desde la cocina al último hervor creativo (2021). En la actualidad forma parte del colectivo que publica las Historias del Raval.
Un tango para Emmy Langer es su cuarta novela publicada. La preceden: Rojiza penumbra (2006), El magnetismo del viento nocturno (2012), Jacqueline o el eco del tiempo (2013) y El cielo bajo los pies. Esta última novela es el origen de la periodista Margarita Casas, que regresa, veinte años después, para contar el caso de Emmy Langer.
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