Capitán Swing, febrero 2024
Toda la rabia. Madres, padres y el mito de la crianza paritaria, de Darcy Lockman, con traducción de Isadora Carolina Prieto y Beatriz Velázquez Dávila.
La periodista y psicóloga Darcy Lockman ofrece una lúcida mirada al problema más pernicioso al que se enfrentan las madres y padres modernos: las relaciones progresistas se convierten en tradicionales cuando se introducen los niños en el hogar. En una época de activismo feminista, concienciación y cambio aparentemente sin precedentes, los datos muestran que persiste obstinadamente un área de desigualdad de género: la desproporcionada cantidad de trabajo parental que recae en las mujeres, independientemente de su origen, clase o estatus profesional. Lockman investiga la causa de esta omnipresente desigualdad para responder por qué, en los hogares en los que ambos progenitores trabajan a jornada completa y están de acuerdo en que las tareas deben repartirse a partes iguales, las contribuciones de las madres a la gestión del hogar, la carga mental y el cuidado de los hijos siguen superando a las de los padres. ¿Dónde está nuestra revolución, nuestra insurgencia, nuestra agitación civil? Lockman expone cómo la promesa feminista de una verdadera pareja de hecho casi nunca se cumple, e identifica tres principios que han sostenido la división cultural del trabajo en función del género, desgranando las formas en que tanto hombres como mujeres perpetúan involuntariamente las viejas normas.
Darcy Lockman. Psicóloga clínica en Nueva York, su primer libro, Brooklyn Zoo, narra el año que pasó trabajando en el pabellón psiquiátrico de un hospital de la ciudad. También ha publicado artículos en The New York Times y The Washington Post, entre otros. Mientras vivía la maternidad junto a su marido, observó que sus amigas tenían la misma experiencia de género de que todo recaía en la madre, al menos en las relaciones heterosexuales, y pensó: «¿Qué está pasando? Somos todas bastante progresistas». Era 2016, y todo el mundo se hacía la misma pregunta, así que trató de profundizar un poco más. «La historia optimista del padre moderno e implicado se ha exagerado mucho. La cantidad de tareas de cuidado de los niños realizadas por los hombres aumentó en los años ochenta y noventa, pero luego empezó a estabilizarse sin alcanzar nunca la paridad. Las madres siguen asumiendo el 65% del trabajo de cuidado de los hijos. En revistas académicas, los investigadores de la familia advierten que «la “cultura de la paternidad” ha cambiado más que el comportamiento real de los padres». Aunque su principal enfoque es la dinámica dentro de los matrimonios heterosexuales cisgénero en los que ambos progenitores trabajan, también se detiene en ocasiones a analizar cómo se desarrollan las cosas entre los padres del mismo sexo.
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