Destino, noviembre 2024
Plantas que nos ayudan, de Rosa Porcel (@bioamara), la Ciencia detrás del Conocimiento ancestral de las plantas medicinales.
En Plantas que nos ayudan, la doctora en Bioquímica y Biología Molecular Rosa Porcel (@bioamara) enseña de qué manera la humanidad ha ido aprendiendo para qué sirven, y lo más importante, para lo que no sirven las plantas, hasta llegar a la actualidad, donde gracias a la ciencia hemos logrado avances extraordinarios. Con el gran rigor científico y la cercanía que la caracterizan, la autora ofrece un apasionante recorrido por el cuerpo humano, descubriendo plantas que afectan al cerebro, que nos calman el dolor, que cicatrizan heridas, que regulan el ciclo menstrual o algunas incluso que sirven para sintetizar medicamentos frente al cáncer.
«Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro, pero seguro que los primeros que lo domesticaron ya comían vegetales, utilizaban sus fibras para vestirse o quemaban madera para calentarse; desde el principio hemos sabido sacar provecho a las plantas y encontrar sus múltiples aplicaciones.»
Siguiendo esta premisa, Rosa Porcel trata de poner en valor la denominada biotecnología verde —la que investiga las plantas— como una de las grandes aliadas a la hora de lograr grandes avances sociales y tecnológicos. Así, por ejemplo, en un contexto marcado por la crisis climática, el estudio de las plantas y sus aplicaciones se revela como imprescindible para desarrollar cultivos que sean tolerantes a la sequía o a suelos salinos. Del mismo modo, el estudio de la aplicación ancestral de las plantas y su relación con las distintas culturas ayuda hoy en día a seguir ideando nuevos fármacos.
En este sentido, la autora se muestra crítica en estas páginas con algunos de los frenos institucionales y sociales que se han puesto en los últimos años a avances científicos en relación con la biotecnología verde que podrían resultar claves para la humanidad. Es el caso de la elaboración del llamado «arroz dorado», una nueva variedad de arroz rica en ß-caroteno que podría resolver el problema de la deficiencia de vitamina A, que causa el fallecimiento de niños de menos de un año después de haber perdido la vista. En este caso, el cultivo de este arroz ha encontrado grandes detractores entre Gobiernos y ecologistas pese a su demostrada seguridad.
Desde el inicio de la humanidad hemos sabido que había plantas que tenían algunas propiedades que hacían que nuestra salud mejorara, que ayudaban a que una herida no se infectara o que calmaban el dolor. De hecho, los prehistoriadores han encontrado restos en algunos yacimientos que sugieren un uso ritual o medicinal de algunas plantas, más que un uso alimentario.
0 Comments