NUESTRA OPINIÓN …
Las madres es el cuarto libro de la serie de la inspectora Elena Blanco y su equipo de la BAC pero es el primero en el que sabemos que tras el apodo de Carmen Mola estaban las manos de nada menos que tres reputados escritores.
Mucha controversia hubo cuando se descubrió quién era Carmen Mola pero lo cierto es que La novia gitana, La red púrpura y La nena cosecharon un éxito al alcance de muy pocos que con Las madres estoy segura que no hará más que repetirse.
En Las madres nos vamos a reencontrar con Elena y su equipo, un equipo que viene un poco lastrado después de los últimos acontecimientos sucedidos en La nena y que no vamos a relevar por si hay alguien que aún no terminado con los anteriores. Y es que, aunque Las madres, como todos los libros anteriores se puede leer de manera totalmente independiente porque la historia que cuenta, el caso, comienza y termina en este libro, es de esas series en las que merece la pena conocer a los personajes, saber de dónde vienen, qué les ha pasado, para disfrutar, conocer y entender cada uno de sus actos. Sí que hay que avisar que en Las madres se desvelan parte de los acontecimientos sucedidos en La nena por lo que, si tenéis pensado leerlos todos sí que os aconsejo que lo hagáis en orden.
Las madres parte del hallazgo del cadáver de un hombre con el torso abierto y que porta en su interior un feto, muy al estilo Carmen Mola, que según parece es su propio hijo. En este caso, no solo es importante descubrir quién es él y quién ha hecho esa barbaridad si no también quién es la madre y si seguirá viva, cosa que a priori, parece poco probable.
El equipo de la BAC, con una nueva integrante a cargo del forense Buendía, Manuela, tendrán que lidiar con más escollos de lo habitual en esta investigación al descubrir que el cadáver parece que tiene una doble identidad e incluso una doble vida, que es uno de los suyos y que estaba participando como policía infiltrado en una investigación de la cuál nadie les quiere dar ningún dato. Eso no será todo, pronto, el hallazgo de un nuevo cadáver, a muchos kilómetros del inicial, y encontrado en las mismas extravagantes circunstancias hará saltar todas las alarmas sobre si el asesino va a seguir matando y que patrón está siguiendo.
Intentando descubrir algo más de este caso, Reyes, será la encargada de infiltrarse en la comisaría de Villaverde, el grupo donde estaba infiltrado el policía encontrado muerto, para tratar de extraer algún dato más que les ayude a desenmarañar la tela de araña y el secretismo que hay con ese caso y que les impide avanzar con el suyo. De esa infiltración conoceremos a los miembros de la comisaría de Villaverde que también darán mucho que hablar y que sirven para presentar una vez más los delitos de actualidad que hoy en día se siguen persiguiendo y la manera en la que se hacen las cosas en algunos barrios en los que vale más que haya tranquilidad antes que legalidad en muchos casos. Drogas, proxonetismo, prostitución, religiones, rituales, extorsión y el poder del dinero que a veces parece que lo puede comparar todo, son solo algunos de los temas que flotan por el argumento de esta novela.
Lo que hace Carmen Mola en sus libros está al alcance de muy pocos. Unos comienzos altamente impactantes, tramas que se mezclan sin llegar a perder al lector en ningún momento y un puzzle en el que al final todas las piezas encajan a la perfección. Las madres tiene, como todos los libros de la saga, un ritmo endiablado, en el que no puedes dejar de leer en ningún momento porque, en cuanto te han presentado el caso, tu mente corre al mismo ritmo que el de los componentes de la BAC, tratando de descubrir las pistas que los autores nos van dejando y que cuando crees que ya has descubierto todo el pastel, las piezas vuelven a darse la vuelta para que tengas que volver a hacer tu composición de nuevo. En este caso, más o menos desde la mitad del libro sabremos quién está detrás de una parte de la trama e incluso el porqué pero la magia de Carmen Mola hace que esto no haga más que acrecentar el interés por saber si van a cazar al asesino a la vez que nos va dejando las miguitas que nos van abriendo una trama que según se acerca el final vamos pudiendo ver que no va a ser en este libro donde va a finalizar, una trama que promete ser muy interesante.
Desde aquí, mi más sincera enhorabuena de nuevo a Carmen Mola y por supuesto a sus integrantes porque Las madres ha sido un libro que he devorado en cuatro días y solo espero que la siguiente llegue pronto porque de lo que sí os aviso es cuando terminéis, solo querréis más.
Todavía tengo que ponerme con su trilogía. A ver si la empiezo prontito.
Besotes!!!
Ya he comentado con ambas en alguna ocasión mi opinión tan dispar sobre los tres libros anteriores así que con este, por ahora, no me animo. Quizá en verano cuando me pongo en plan solo thriller y cosas así.
Besos.