NUESTRA OPINIÓN …
Conocí a Rafael Tarradas Bultó con su primera novela El heredero, una novela que enseguida consiguió atraparme entre sus páginas y descubrir a un autor que iba a conseguir, novela tras novela, que, con su maestría a la hora de crear personajes, ambientaciones y tramas, me olvidara de todo mientras avanzaba en sus historias. Esta vez, con La protegida, me ha llevado a las colonias textiles que tuvieron su auge en Barcelona, en la última mitad del siglo XIX.
Sara es una niña cuando, en una revuelta en la fábrica textil en la que trabaja, su padre muere. De estos hechos nace en su interior una sed de venganza que, no sabe ni cómo ni cuándo, ella tratará de llevar a cabo contra la que cree que ha sido la culpable de todo.
Sin el salario del padre no pueden seguir en el lugar en el que viven y mientras la madre vuelve al lugar del que provenía, a ella la envían a Barcelona con sus tíos a fin de que se labre un porvenir.
Pero al final la vida la llevará a una colonia textil en la que intentará llevar a cabo su venganza, pero quizás las cosas no sean tan fáciles como las había imaginado en su cabeza.
Rafael Tarradas nos lleva a la época de la segunda revolución industrial española, una época de muchas oportunidades y también de muchas injusticias, y nos traslada a una de las colonias textiles que estuvieron instaladas en Cataluña, en los últimos años del siglo XIX. Ya me había encontrado en otro libro algo semejante a este tipo de forma de vida alrededor de una fábrica, aunque los negocios no tenían nada que ver con el textil, y no había llegado a pensar que hubiera sido tan común y más en el negocio textil.
Me ha parecido muy interesante la forma en la que funcionaban estas colonias en las que todo estaba organizado según un patrón, desde donde estaban situadas las casas y cómo eran, en función de que puestos que desempeñaba cada trabajador, a cómo estaba organizada la vida de los trabajadores, y los equipamientos que había en estas colonias. En realidad, sus trabajadores no necesitaban salir de estas colonias, porque en ellas todas sus necesidades estaban cubiertas.
La protegida es una novela en la que vamos a encontrar varias subtramas que girarán en torno a la familia Bofarull y su colonia, que se van ensamblando perfectamente para llegar a un final totalmente satisfactorio.
En cuanto a los personajes, vamos a descubrir unos personajes femeninos con mucha fuerza, y tanto principales como secundarios muy bien perfilados, y en los que en la mayoría de ellos vamos a encontrar luces y sombras, y todos ellos, con voz propia, que no dejarán al lector indiferente,
En este libro vamos a ser testigos del choque de clases que había entonces. Por un lado, la riqueza de la clase poderosa con el lujo en el que vivían y el brillo de la Barcelona burguesa o el Madrid aristocrático; y por otro, todos aquellos trabajadores que llegan a estas ciudades pero que viven en barriadas o el trabajo extenuante e intenso de, por ejemplo, las fábricas textiles que vamos a ir conociendo.
En definitiva, La protegida es una novela muy bien ambientada y documentada, en la que vamos a encontrar, venganza, ambición, odio, traición, falta de escrúpulos; muy bien escrita y un ritmo muy ágil; con unos personajes bien trazados, con una trama en la que la intriga está presente en toda ella y que va a más en la última parte de la novela






















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