NUESTRA OPINIÓN …
Desde que leí su primera novela, El heredero, no tengo ninguna duda a la hora de hacerme con cada novela que publica Rafael Tarradas Bultó, y es que desde entonces se encuentra en la lista de autores a los que sigo. Además, a El hijo del Reich se le sumaba que se enmarca en uno de mis temas favoritos de novela, así que no había duda por ninguna parte a la hora de embarcarme en esta lectura.
Daisy, una joven madre española que ha estado trabajando de señorita de compañía de la caprichosa y pronazi hija de una aristócrata familia inglesa, huye con su hijo de Londres tratando de escapar de unos de los agentes alemanes más buscados, tras los que está John Osbourne, agente del servicio secreto inglés. ¿Qué secreto rodea a esa joven para que huya de este modo y con un niño tan pequeño?
La novela El hijo del Reich gira alrededor de tres personajes principales, a través de los cuales Rafael Tarradas crea una trama muy atractiva y adictiva.
Daisy, una española que tras trabajar para una familia aristocrática inglesa, con una hija pronazi y caprichosa, se ve obligada a huir con el hijo que tuvo después de haber sido forzada por un alto mando alemán que, después de descubrir que la había dejado embarazada está empeñado encontrarlos y hacerse con su hijo; Lucy, una aristócrata inglesa cuyo marido se encuentra en el frente y que decide acoger en su propiedad a un colegio de niños evacuados de Londres, aunque este no va a ser su único papel en la guerra; y Félix un joven español de buena familia, con gran encanto, muy bien relacionado y una excelente memoria para los lugares, que es captado por los alemanes para que les ayude a organizar una ruta de escape y un refugio seguro para un alto mando nazi, en el improbable caso de que Alemania pierda la guerra.
Poco a poco la guerra y los acontecimientos hacen que la vida de estos personajes se entrelacen y sus destinos queden unidos.
Como ya ha demostrado en anteriores novela Rafael Tarradas es un gran creador de personajes, a los que perfila con cuidado y que están llenos de matices. No nos será difícil empatizar con sus tres personajes principales y con Lady Maud Epson, de la que no quiero ni debo olvidarme, como tampoco lo será que sintamos repulsión por algún otro. Son hombres y mujeres que luchan movidos por sus ideales, sus sentimientos, sus emociones, su sentido del deber, en algunos casos por patriotismo, su fanatismo, y hasta por intereses económicos.
Cada personajes tiene su función en esta novela que tiene una trama muy bien estructurada y documentada, en la que el autor también incluye episodios poco comunes en las novelas sobre la Segunda Guerra Mundial como la fascinación por en nazismo de algunos aristócratas ingleses, las evacuaciones de instituciones y colegios a mansiones alejadas de Londres, o inclusión en la trama de la formación del «ejercito fantasma», un tema este último para mí desconocido y que, curiosamente, en pocos meses me he encontrado en dos novelas, como comenté el otro día con el autor. También toca el autor en esta trama, el tema de los agentes dobles españoles, que tuvieron una importante labor en una guerra en el que el papel de nuestro país era de neutralidad o no beligerancia activa.
En El hijo del Reich, Rafael Tarradas nos traslada a los lugares de los que nos habla con descripciones magníficas y gran realismo. Huiremos por las calles de Londres, compartiremos el ajetreo de la mansión de los Epson, viajaremos con Félix mientras prepara la ruta de huida que le han encargado preparar, nos instalaremos en el asentamiento del ejercito fantasma dispuestos para el desembarco del Día D, o pasearemos por un Madrid donde nadie está seguro, sintiéndonos en todos esos lugares y compartiendo aventuras con sus personajes.
El hijo del Reich es una ficción histórica muy bien construida y narrada, con buen ritmo. Una lectura ágil, muy interesante y tremendamente amena que te atrapa de principio a fin de tal manera que las 600 páginas, que en un primer momento te pueden dar un poco de pereza, te terminen pareciendo pocas y que sin dudar recomiendo.
0 Comments