NUESTRA OPINIÓN …
Después del éxito de las novelas de Carmen Mola, ya tocaba que los tres escritores que se escondían bajo este pseudónimo volvieran a escribir otra vez por separado. Ya habíamos tenido la oportunidad de haber disfrutado nuevamente de Agustín Martínez y Jorge Díaz y, aunque se ha hecho esperar más que el resto, ya le tocaba el turno a Antonio Mercero que con Está lloviendo y te quiero, nos ofrece una novela sobre una saga familiar, con un reloj como hilo conductor, que no nos dejará indiferentes.
Paula quiere hacerle a su hermano un regalo especial. Por eso cuando ve en una plataforma de venta de segunda mano un reloj que perteneció a su familia sabe que sería el regalo ideal. El único inconveniente es el precio del reloj, ya que nunca se hacen regalos tan valiosos, pero con un «empujón» de su ex decide que merece la pena hacerlo.
Lo que nunca hubiera imaginado es que al ver el regalo su madre sufriría un infarto ¿Por qué su ha tenido su madre una reacción así hasta el punto de que ver ese objeto le haya provocado un infarto? ¿Qué se esconde tras ese reloj familiar que fabricó su bisabuelo para que su aparición haya tenido esas consecuencias? Paula sabe que tiene que haber algo detrás y está dispuesta a descubrirlo, aunque su madre no se lo vaya a poner fácil.
Con este inicio y con El Incomprendido como hilo conductor de la historia de la familia Yarza durante cuatro generaciones, Antonio Mercero nos ofrece una historia que recorre prácticamente todo el siglo XX, que comienza con las revueltas que tuvieron lugar durante los últimos coletazos de la República, cuando Domingo Yarza con la ayuda de su hijo Pío fabrica un reloj para un concurso en San Sebastián, para seguir transitando por la Guerra Civil, la postguerra, el franquismo y la transición, con una democracia que estaba dando sus primeros pasos, mientras algunos todavía se resistían a dejar atrás la dictadura.
Antonio Mercero va entrelazando a lo largo de la trama dos líneas temporales. Una de ellas transcurre en la actualidad y en ella Paula, su protagonista, a la vista de la reacción de su madre y de lo poco que está dispuesta a hablar del tema, se pone manos a la obra para descubrir, tirando del hilo de una pequeña nota que su hermano descubre en el reloj, cual es la historia que se esconde tras él.
A través de la otra línea temporal, que comienza en el primer cuarto del siglo XX en Lasarte, iremos descubriendo la historia de la familia Yarza, y de su mano vamos a vivir cómo fueron esos primeros años en Lasarte cuando este lugar empezó a despuntar gracias a la construcción del hipódromo, que hizo que en verano se convirtiera gracias a sus carrerras de caballos en el centro de la alta sociedad y la aristocracia; cómo después llegó la instalación de la fábrica de Michelín que tanta importancia tuvo para el empleo en aquella localidad, cómo se reconvirtió durante la guerra y de fabricar neumáticos paso a diseñar motores a gas para camiones y autobuses, la inconformidad de la sociedad vasca tras la Guerra Civil y durante la dictadura y la aparición de ETA.
Y es que la trama está trufada de hechos históricos como algunos de los anteriormente expuestos, la huelga de 1934, el bombardeo de Guernica, la entrada de España en la ONU, o el Proceso de Burgos, integrados perfectamente en la trama.
Me ha gustado mucho la historia y la forma en la que Antonio Mercero nos va llevando por ella, con un ritmo tranquilo, sin sobresaltos, con una prosa y unas descripciones desprovistas de artificios y llenas de sensibilidad, y con unos personajes bien construidos, luchadores, con claroscuros y reales como la vida misma, en los que por encima de todo está el amor.
En la trama de Está lloviendo y te quiero no podría haber mejor compañero de viaje que El Incomprendido, ya que en ambos el paso del tiempo y los secretos tienen una gran importancia.
Una buena lectura con la que disfrutar en este periodo invernal que tenemos por delante.






















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