NUESTRA OPINIÓN …
Cuando la primera novela de un autor o autora te deja muy buen sabor de boca, tiene el terreno abonado para que su siguiente se encuentre entre tus preferencias lectoras. Y eso es ni más ni menos que lo que nos ha pasado con Nuria Quintana, que tras lo mucho que nos gustó La casa de las magnolias, no hemos dudado un momento en que El Jardín de Olavide ocupe su lugar entre nuestras lecturas.
Julia es una mujer que ha sido y es, lo que se esperaba de ella. Si se pone a pensarlo ni siquiera recuerda haber escogido nada de lo que hay en su hogar y hasta la raza de los perros que viven con ella es la misma que la de los que había en casa de sus padres ¿Será cierta la acusación que su hija ha vertido sobre ella durante la discusión que han tenido, de que se está convirtiendo en un reflejo de su madre? Esa madre que no hace más que controlar absolutamente todo sobre ella y que tanto la abruma.
Julia tiene claro que eso no es lo que quiere, que algo debe cambiar.
Lo que ni siquiera imagina es que el encargo que va a recibir, precisamente, de parte de su madre, va a llevarla no solo a reencontrarse con sus antepasadas, y a comprender no solo a su madre sino también a las mujeres que la precedieron, y a interpretar los errores y la forma de ser de su progenitora. Y también la ayudará a mejorar las relaciones con su hija, y a descubrir la mujer que verdaderamente habita en su interior y quiere ser.
En El Jardín de Olavide, Nuria Quintana nos sumerge en una historia protagonizada por mujeres que transcurre en dos épocas que giran en torno al misterio que surge de una antigua fotografía familiar en la que aparece un bebé del que la familia nada sabe. Un bebé sobre el que Julia recibe el encargo de su madre de intentar descubrir quién es ese niño que aparece en esa fotografía con sus abuelos y qué pudo ser de él.
Y con estas premisas Nuria Quintana hilvana una trama, que se desarrolla en dos momentos temporales diferentes que se van alternando, sobre relaciones y secretos familiares llena de misterio. Dos épocas en la que la historia ambientada en el pasado, recrea el Madrid histórico del XIX y nos muestra la situación de las mujeres de aquella época. Unas mujeres que estaban de antemano condenadas al aislamiento doméstico, aunque se pudiera encontrar a algunas comprometidas con el arte y el conocimiento y que se empezaban a rebelar contra las normas impuestas, dándole a la educación de la mujer la importancia que ha llegado a tener en nuestros días.
Es un gusto leer a Nuria Quintana, me gusta su forma de escribir, con una prosa que no necesita florituras para ser hermosa y muy descriptiva, tanto que es fácil visualizar lo que está narrando. Muestra de ello es cómo me ha llevado a ese Jardín de Olavide, que ha convertido en un personaje más de la novela, sintiendo unas ganas enormes de visitar y conocer.
Y es que el Jardín de Olavide está basado en el Jardín de El Capricho de Madrid, un jardín fundado en el siglo XVIII por los Duques de Osuna, con sus construcciones, ubicaciones y símbolos. Un jardín que fue diseñado y supervisado por María Josefa Alonso de Pimentel, Duquesa de Benavente, en quien se ha inspirado la autora para dar vida a Úrsula, esa mujer que en su academia de música daba una educación a las chicas que iba más allá de las clases de música a las que acudían.
Si te gustan las historias con secretos familiares y algo de misterio y quieres disfrutar de una magnífica forma de narrar, no lo dudes, El Jardín de Olavide te está esperando.
Muy buena pinta tiene. NO he leído nada de esta autora aún. Tomo nota tanto de esta novela como de la anterior.
Besotes!!!