NUESTRA OPINIÓN …
Hace tiempo que me aficioné a la colección Sin ficción de Al revés y son muchos los títulos que están en mis estanterías, pero es verdad que muchas veces se quedan relegados por las novedades que van llegando. No ha sido el caso de El celador de Olot de Matías Crowder ya que este título es la última publicación de la colección y decidí iba a formar parte de mis lecturas veraniegas.
El caso de El celador de Olot llenó múltiples portadas y horas de reportajes en 2010 cuando se detuvo a Joan Vila Dilmé quien a día de hoy sigue en prisión después de cometer 11 asesinatos por los que fue condenado.
La directora de la colección, Marta Robles, confiesa que es el primer libro de Sin ficción que no ha sido expresamente escrito para formar parte de ella, sino que es un libro que Matías Crowder escribió hace ya años para otra editorial, aunque finalmente no llegó a publicarse, y quizá es por ello que en él me he encontrado un formato diferente al de los otros títulos anteriores que componen la colección.
En El celador de Olot vamos a encontrar la historia de Joan Vila Dilmé, dónde se crió, cuál fue su infancia, su vida, cómo llegó a la residencia La Caritat donde cometió todos sus crímenes y cómo imagina el autor que se sentía o pensaba cuando lo hizo. Y es que Matías Crowder aclara en la nota de autor que pese a sus intentos, no se ha logrado entrevistar con el protagonista de esta historia, pero que cree poder recrear con bastante acierto sus pensamientos debido a la documentación estudiada (los más de 10.000 folios de la causa) y las diferentes entrevistas que ha mantenido con su entorno de entonces y la gente que le conocía y trabaja con él en su día a día. Según se describe en el libro, el asesino sufría un trastorno de bipolaridad aunque sabía distinguir a la perfección entre el bien y el mal.
Sin embargo, quizá un punto diferenciador de este libro es que no solo vamos a encontrar la historia del asesino sino también la de las víctimas: quiénes eran, cuál fue su vida, cómo y cuándo llegaron a la residencia y cómo era su vida y su estado allí. Esto nos hace personalizar un poco más a estas personas, no convertirlas en un número entre las 11 víctimas sino saber cómo vivían, quién las rodeaba y lo que les quedaba por vivir en muchos casos. Creo que este enfoque ha sido todo un acierto en este libro.
Ninguna de las obras de esta colección nos va a hacer comprender a esos asesinos, ni mucho menos justificarlos, pero sí quizá entender un poco su mente, sus motivaciones y conocer qué les ha llevado a ese punto. Muchas veces no hay razones, el mal existe porque sí, sin embargo, en el caso de Joan Vila Dilmé, queda patente que la infancia y juventud que tuvo, la época y el haber crecido en un medio rural, provocó que se desencadenara una serie de procesos mentales que quizá de otra manera no se habrían desarrollado. Cabe además destacar, dato muy curioso al menos para mí, que este asesino pasó durante toda su vida por múltiples psicólogos.
Me gustan libros los libros de esta colección porque creo que ahondan mucho en los casos, en todo eso que no se ve, y dan una perspectiva con muchos más datos de lo que se ofrece cuando la noticia es el titular del momento. En este caso en concreto, El celador de Olot me ha dado una visión de lo que pudo llevar a Joan Vila a convertirse en un asesino, a «entender» los pensamientos que le llevaban a ello y a comprender que a veces, ni el mejor de los especialistas, puede detectar a este tipo de personas que todo el mundo a su alrededor describe como normales.
Solo leyendo la reseña ya se me ponen los pelos de punta. Lo cierto es que esta serie de libros es muy interesante, a ver si me animo con alguno.
Besos.
Sabiendo que es verdad, pone la piel de gallina. Unos libros muy interesantes, sin duda.
Besotes!!!
Hace tiempo que quiero hacerme con algún libro de la serie y lo voy dejando… De hecho, seguramente empezaré por este, además me ha gustado mucho tu reseña.
Besos.