NUESTRA OPINIÓN …
Hace ya unos años, desde que cayó en mis manos La hermandad de la Sábana Santa, que leo a Julia Navarro, y si bien no todo lo que he leído suyo me ha gustado, la verdad es que sus lecturas han resultado una buena elección, así que, aunque he tardado un poco en dar cuenta de su lectura, cuando vi De ninguna parte entre las novedades, no lo dudé un momento y me hice con ella.
Abir Nasr siendo un adolescente presencia como unos soldados israelíes irrumpen en su casa y matan a su familia. Tan solo el y su hermano Ismail salen vivos de un asalto del que jura vengarse. La vida que ha llevado hasta el momento cambiará por completo cuando tenga que mudarse junto con su hermano a París a casa de su tío, un integrista islámico. Nada será igual, las costumbres son diferentes y la sociedad en la que debería integrase no se va a poner fácil. En el instituto tendrá que vivir con el menosprecio y el abuso de aquellos que te miran por encima del hombro. Tendrá que enfrentarse a la diferencia existente entre la libertad que vive la sociedad francesa y el asfixiante ambiente integrista que se vive en su casa.
Jacob Baudin, es hijo de franceses emigrantes en El Líbano que cuando muere su padre, su madre decide que se instalarán a vivir en Israel. Aunque judío, por ser esta la religión de sus padres, la verdad es que no siente una especial inclinación religiosa, y cuando se establecen en Israel se siente como un extranjero.
De ninguna parte tiene como protagonistas a dos personajes que nada tienen que ver y entre los que hay cierto paralelismo y si bien viven situaciones muy diferentes y pertenecen a familias con posiciones socioeconómicas muy distintas, ambos sienten que se encuentran dónde no quieren estar y viven el mismo desarraigo.
De ninguna parte transcurre entre Tel Aviv, París y Berlín. En ellas estaremos junto a unos personajes llenos de claroscuros a lo largo de su recorrido vital, a la vez que nos iremos adentrando en sus conciencias y nos sumergimos en una historia de desarraigo y supervivencia, en la que la presión que rodea a los protagonistas les lleva a tomar ciertas decisiones convirtiéndolos en quien son, a veces, personas muy alejadas de quienes querían ser.
Y es que uno de los puntos fuertes de esta novela son sus personajes. Y no sólo sus protagonistas, Abir y Jacob, a los que iremos acompañando a lo largo de la trama y asistiendo a su evolución, están muy bien dibujados, también los secundarios como Nora o su madre Fátima, entre otros. Unos personajes interesantes con los que podremos estar o no de acuerdo pero a los que llegaremos a comprender y que tanta importancia tienen en la historia.
Julia Navarro ha creado en esta novela una trama cuyo ritmo crece según avanzamos en la lectura de una historia que nos hará reflexionar sobre muchos temas como el peso de la religión en la vida de las mujeres de origen musulmán, sobre cómo la religión debe formar parte del ámbito privado y no del público, el tributo que se paga por pertenecer a una comunidad, el desarraigo, el fanatismo, nuestra posición ante los inmigrantes, la obligación de vivir una vida que no has escogido, el peso de las costumbres en ciertos ámbitos, la posición de la prensa entre informar y destacar, entre otras cuestiones.
La historia me atrae mucho. Con esta autora tengo una relación dispar, así que nunca voy con las expectativas altas.
Besotes!!!