Caligrama, agosto 2022
El joven director de cine Allan Fis irrumpe en el mercado literario con su primera obra, titulada Crónicas de una masacre, un thriller que promete emociones fuertes y que nos habla de la mayor ola de homicidios y violencia que México haya conocido
El cineasta Allan Fis (Ciudad de México, 1992) no era más que un adolescente cuando leyó el relato de Monstruos de los Páramos, ese paradigmático cuento que narra la historia de una mujer y un hombre que en los años sesenta del pasado siglo asesinaron a varios niños, abusados sexualmente algunos. Fis quedó plenamente impactado por aquella lectura. Desde entonces, este joven talento, que ahora se estrena en la literatura de la mano de la ágil Editorial Caligrama, sostiene que siempre ha sentido curiosidad por las parejas que protagonizan hechos delictivos sonados, como la mítica formada por Bonnie & Clyde, los ladrones estadounidenses de principios del siglo XX que llegaron a ser considerados los enemigos públicos número uno en dicho país.
Con Crónicas de una masacre, Fis nos ofrece su propia versión a la mexicana en un libro ambicioso y que promete emociones fuertes. No en vano, en sus páginas se nos habla del desencadenamiento de la más brutal masacre de la que se haya escuchado en México. La acción nos sitúa en Distrito Federal, en torno al año 1998. Los dos grandes protagonistas, Antonio y Franco, son los pirales sobre los que se edifica una historia pavorosa. El primero es un joven que dedica sus días a trabajar en el restaurante Minna Jima ubicado en plaza Los Arcos, mientras que su alter ego es un estudiante de último año de preparatoria con esquizofrenia que constantemente sufre las burlas de sus compañeros. Casi sin pretenderlo, ambos cruzan sus caminos y, azuzados por el deseo de odio y venganza, abrirán su particular caja de los truenos.
La narración, en sí misma, se asemeja bastante a un campo de batalla donde no hay lugar a concesiones ni melindres. Estamos ante una lectura áspera. Fis se consagra así como un maestro en las historias de terror, después de haber sorprendido a la crítica habiendo filmado, con tan solo veinticinco años, Aniela, una aterradora historia de asesinos. Entonces, Fis explicó cómo se documentó y el peso que México tuvo en su guion: «Puedo decir que la realidad supera la ficción, la historia de los personajes, del ambiente, fue muy largo, tuvimos muchas referencias internacionales y cuando llegó el momento tropicalizamos un poco lo que encajaba y muchas veces vimos que eso, aquí en México, empeoraba», concluyó.
Con Crónicas de una masacre, Fis da un salto de calidad en su faceta de autor al lograr poner en el mercado su primera novela publicada. Lo hace en el género en el que mejor se maneja y entiende: el del terror y lo despiadado, siempre buceando en los recovecos del alma humana: «No podía matarla, a ella no, siempre se comportó de una manera justa y alegre. Compartiéndole sus deseos y sus sueños. No le hacía daño a nadie. Incluso pensó que debería sentirse feliz por haberla conocido, aunque haya sido por un periodo muy breve. Otro suspiro, nuevas lágrimas sobre la almohada, otra vez la imagen de su futuro perdido». Estamos ante una novela que dará mucho que hablar y que atesora las virtudes para, quizás, dar un futuro salto al audiovisual.
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