Caligrama, junio 2019
La naturaleza se levanta en guerra con el ser humano en Los hijos de Gaia en la que Emil. B. D. Mil crea una ficción apocalíptica en la que excava en la idea de un mundo sin Dios y la dualidad del bien y el mal.
La editorial Caligrama publica Los hijos de Gaia. El niño que perdió su sombra. Emil. B. D Mil reivindica con sus escritos una mayor implicación del ser humano en la defensa de la naturaleza y augura un futuro desolador en el planeta Tierra. Los protagonistas deberán elegir entre el bien, Gaia, o el mal, Aged, “el destructor de la vida” y, aunque algunos se identifican dentro de los humanos, los lectores encontrarán otros poseedores de asombrosos superpoderes.
La novela de ciencia ficción pretende luchar contra el pensamiento único que, según el autor, viene impuesto, entre otros aspectos, por la influencia de las religiones. Esta novela reivindica una espiritualidad acerca de la propia naturaleza. También la trascendencia del bien y del mal o cómo los valores pueden condenar a las civilizaciones futuras. Una obra repleta de aforismos sobre lo que tiene el ser humano y sobre todo aquello que puede perder. El escepticismo que gira en torno a la devastación de la naturaleza es otro de los focos en los que el libro presta atención.
El texto se divide en tres partes encabezadas todas ellas por una interpretación de los libros sagrados imperantes en la actualidad: el Neo Testamentum frente al Vitae Expectationem. La presentación de los personajes, el desarrollo de la trama y el desenlace final están encadenados haciendo que el lector pueda fácilmente disfrutar de la lectura. De sus páginas nos interesa el lenguaje, certero y con enorme fortaleza; las historias, repletas de una admirable imaginación; y la moral, que se convierte en una experiencia que nos pregunta por nuestra aceptación individual.
Emili. B. D. Mil nació en Baracaldo en 1961. Es licenciado en Economía Matemática en la Universidad del País Vasco. Esta novela es solo el principio de su prometedora carrera.
Un rollo de libro. Muy novato el escritor. Lo regalo, no merece estar en mi biblioteca.