Lumen, abril 2025
Las palabras de la noche, de Natalia Ginzburg, con traducción de Andrés Trapiello y prólogo de Colm Tóibín.
Las palabras de la noche, la novela más hermosa de Natalia Ginzburg, según Italo Calvino, elogiada por Lydia Davis, Colm Tóibín, Rachel Cusk, Maggie Nelson o Zaddie Smith: una historia inolvidable sobre la felicidad, el amor y la pérdida.
En un pueblo cercano a Turín, después de la Segunda Guerra Mundial, unas cuantas familias de la burguesía piamontesa luchan por salir del dominio del fascismo y cumplir el papel y las aspiraciones que les han sido asignados. La narradora, Elsa, tiene veintisiete años y vive con sus padres.
Mientras su soltería es un motivo de continua ansiedad para su madre, ella observa la asfixiante vida local: dos generaciones de vecinos y parientes con sus chismes, sueños rotos, desamores y ansias de felicidad. Extrañamente ausente de estas historias familiares, Elsa aflora de repente de entre las sombras, para revelar un rostro desconocido para todos, incluido el propio lector.
Una novela «aguda y vibrante» (Lydia Davis), «plagada de observaciones brillantes, arriesgadas y raudas» (Colm Tóibín), por una de las voces más importantes de la literatura italiana del siglo xx.
Oriana Fallaci, que entrevistó a la autora, describió a Natalia Ginzburg con estas palabras: «Ni guapa ni elegante, con rebeca y falda de color azul ceniza, con ese aire un pelín apagado de tía soltera y sin edad definida […]. Pelo negro, pocas canas y un cuerpo compacto. Buenas piernas, de persona acostumbrada a caminar […]. Desde luego parece una mujer sana, hecha para llevar cargas y dolores con entereza. Sorprende su voz, como de femme fatale. Es como si fuera la voz de otra, y te atrapa, te fascina». Esa mujer fue una de las voces más importantes de la literatura italiana del siglo xx.
Nacida en Palermo en 1916, pronto se trasladó a Turín y más tarde, ya casada con Leone Ginzburg, vivió en Roma hasta que su marido fue asesinado en una cárcel de la capital por las fuerzas fascistas. Entre sus obras más conocidas, además de Léxico familiar, que en 1963 fue galardonada con el Premio Strega, destacan El camino que va a la ciudad, Todos nuestros ayeres, Las palabras de la noche, Las pequeñas virtudes, Querido Miguel, Familia,
Vida imaginaria, La ciudad y la casa, A propósito de las mujeres y Las tareas de casa y otros ensayos. Ginzburg trabajó muchos años como redactora para la editorial Einaudi en su sede de Roma, ciudad donde residía cuando murió.
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