NUESTRA OPINIÓN …
Isla Negra de Toni Montserrat me llamó desde el principio ya que, a pesar de tratarse de una novela negra o policial, era una novela con un contexto muy marcado, Ibiza en 1863, por lo que teníamos una mezcla entre una novela negra y una novela histórica. Además, con el aliciente de que el desencadenante del autor para escribir esta novela había sido un hecho real sucedido en esa época. Unas premisas muy diferenciadas del resto de novelas como para que adelantara puestos en la lista de lecturas pendientes.
Como ya he comentado, Isla negra parte del asesinato de un párroco y su criado en Sant Jordi en 1863. Inicialmente todo apunta a un robo ya que se han llevado un saquito con un montón de dinero pero poco a poco, iremos descubriendo que la teoría del robo va perdiendo fuerza. Toni Montserrat se encarga de aclarar en la nota de autor que realmente este crimen es lo único de real en la novela, así como la carta que le hace llegar el gobernador de la provincia de Baleares a los alcaldes de Ibiza. El resto de la historia, así como sus personajes forman parte de la ficción de el autor nos presenta.
Con capítulos no demasiados largos y tres partes diferenciadas, Toni Montserrat nos hace un retrato detallado de la Ibiza de la época que, aunque en ocasiones, sobre todo en la primera parte, se me ha hecho un poco lento y demasiado descriptivo, sí que pone de manifiesto la labor de documentación, de rigurosidad y sobre todo facilita al lector la imagen de la Ibiza de una época tan distinta de la Ibiza actual. En este caso, Ibiza es casi un personaje más de la novela y creo que sí es muy necesario entender cómo era entonces, la pobreza que existía en ella, cómo era la isla olvidada junto con Formentera, cómo eran sus costumbres y sus gentes, la diferencia social que había entre clases para poder entender la historia que el autor nos presenta y, sobre todo, el desarrollo que tiene, con las dificultades que se encuentran los investigadores para encauzar una búsqueda en la que no todo el mundo quiere colaborar.
Y es que el primero que no se muestra muy colaborativo es el sargento a quien no le hace ninguna gracia que hayan traído de la capital al que es uno de los protagonistas de esta historia: Marc Guash. Marc, quien forma parte del Cuerpo de de investigación del crimen, es llamado por el gobernador para tratar de dar luz a una investigación que lleva semanas estancada. Será este personaje junto con Toni Riera, cuál Quijote y Sancho Panza, quienes lleven todo el peso de la investigación y en su mayor parte de la historia que, aunque está plagada de personajes que aportan detalles no solo a la trama sino también a la ambientación de la novela, tienen mucho menos peso que ellos.
Con algunas tramas secundarias de pequeños romances, contrabando y sobre todo pequeñas historias entre personajes que nos ayudan a conocer la vida de los payeses y cómo estaba estructurada la isla, iremos avanzando en una investigación que se desarrolla a un ritmo pausado y creo que esto ayuda también a entender cómo eran entonces las investigaciones en las que todo no podía tener la velocidad de resolución de ahora, dónde no había métodos para comunicarse de manera eficaz, dónde los desplazamientos entre los lugares llevaban días u horas y dónde en la resolución de un caso era parte más importante la intuición como método de investigación que las pruebas con las que no se podían hacer la mayoría de las comprobaciones, que se hacen hoy en día con métodos mucho más sofisticados.
Lo único que he echado en falta en esta novela es la traducción de algunos términos ibicencos. Si bien no lastran la lectura, y en su mayoría se entiende su significado, sí ha habido alguna ocasión en la que no tenia claro alguno de ellos y habría ayudado un glosario o una nota al pie aclarando su significado.
En definitiva, Isla negra no es una novela negra al uso, es una novela negra histórica que retrata a la perfección la Ibiza de la época. Una novela que hará las delicias de quién conozca bien la isla en la actualidad ya que reconocerá sus lugares (estos sí que son reales) y pondrá sin duda el contraste con la Ibiza de la época. La isla bonita, no siempre lo fue.
No pinta mal. No me importaría leerlo si se cruza en mi camino.
Besotes!!!