NUESTRA OPINIÓN …
Cuándo un libro me viene recomendado por diferentes vías y todos me dicen que no me lo debo perder, pienso que por algo será y Gladiadoras de Juan Tranche cumplía ese requisito.
Valeria y Domina proceden de una familia noble de Roma y están educadas en la libertad sin tener en cuenta que sean mujeres. No en vano a su padre se le conoce como el abogado de las mujeres por la defensa que intenta hacer siempre de ellas, independientemente de la clase social a la que pertenezcan. Un hombre que, además, en los últimos tiempos está implicado intentar aclarar quien está detrás de la tortura, violación y asesinato de varias prostitutas, algo que no a todos les parece bien y que le va a costar caro.
El sueño de Valeria es ser gladiadora, algo imposible ya que su destino como mujer patricia es ser esposa y madre en un mundo gobernado por la voluntad de los hombres.
Helena es una esclava que solo sueña con una vida tranquila al lado del joven, también esclavo, del que está enamorada. Pero las cosas para ellos no serán tan sencillas y esa vida rápidamente quedará truncada. Los esclavos no pueden tener sueños. Lo que no imagina es cómo cambiará su existencia completamente en no demasiado tiempo.
En Gladiadoras vamos a ser testigos, paralelamente, de la vida de estas dos mujeres que sueñan con decidir por ellas mismas su futuro y cuyas vidas terminarán cruzándose.
Es verdad que me gusta mucho la novela histórica, aunque a veces la deje un poco olvidada, pero es un género al que vuelvo con frecuencia, por eso cuando, como he dicho antes, las recomendaciones se aúnan en un título, no me lo pienso demasiado y volver a la Antigua Roma, aunque no es uno de mis períodos favoritos, se convirtió en algo que tenía que hacer para conocer un mundo del que nada sabía. No solo cómo era, ya que de los gladiadores sabía poco más que lo que se refleja en las películas, sino, el de las mujeres que se dedicaron a la gladiatura.
Pero, además de una novela histórica en la que conoceremos cómo eran las luchas de gladiadores es, además, un relato lleno de intriga ya que hay una investigación en la que se trata de sacar a la luz a los culpables de unos asesinatos que a la mayoría de los ciudadanos romanos, por no decir a todos, traía sin cuidado, ya que las víctimas eran «infames», prostitutas que se encontraban en lo más bajo de la sociedad.
Una novela que nos muestra la injusticia y la doble moral de aquellos romanos tenían tanto con las infames como con los gladiadores. A ellas, les negaban cualquier derecho, hasta el de defenderse, mientras las buscaban para satisfacer sus instintos y pasiones más inconfesables. A ellos, los trataban como iconos de la masculinidad y eran ídolos de masas mientras les sometían a una vida dominada por otros.
Me ha gustado la forma en la que Juan Tranche nos muestra la sociedad de la Antigua Roma, ya que, a pesar de notarse la amplia labor de documentación que ha llevado a cabo, no aburre con datos innecesarios, dotando a la novela de gran realismo y creando una ambientación que nos sumerge en sus costumbres y sus leyes, y en la que nos sentiremos como parte, caminando por sus calles, no siempre seguras; como publico en los combates; transitando por las estancias de sus domus, y hasta en los agónicos viajes que relata en la novela. Y todo ello sin olvidarse del suspense con que impregna la trama.
Juan Tranche, además, crea un amplio abanico de personajes que resultan totalmente veraces, llenos de matices y que no dejarán indiferente al lector, a la vez que le transmitirán todos sus sentimientos y nos emocionarán. Personajes ficticios que mezcla con otros reales, trabajo que el autor realiza con solvencia.
Gladiadoras es en definitiva una novela que se lee muy bien, ágil, llena de intriga, acción y emociones, que nos muestra la lucha de las mujeres por los ideales y por decidir por ellas mismas, por el acceso a la educación de unas mujeres en la sociedad romana, una sociedad tremendamente injusta no solo para las mulieres o mujeres de clases sociales más bajas, sino también para las feminae o damas pertenecientes a las clases alta. Unas valientes gladiadoras que lucharon, no solo en la arena, por su libertad.
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FRAGMENTO
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