NUESTRA OPINIÓN …
Hace unos cuantos años se puso en nuestro camino Lo que esconden las olas, la primera novela que leímos de Emma Lira, y tras la que ya entonces tuvimos claro que repetiríamos una y otra vez. Y así, llegó después Ponte en mi piel, novela con la que nos volvió a enamorar. Por eso cuando Emma se puso en contacto con nosotras para anunciarnos que pronto aparecería El último árbol del paraíso, no tardamos en decidirnos por su lectura.
En El último árbol de paraíso nos encontramos con Gabriel Velasco, el tercer hijo de una familia extremeña, cuyo futuro parece decidido por el lugar que ocupa entre los hermanos por nacimiento, ya que, como es costumbre, el primogénito heredará las tierras, el segundo entrará a formar parte de la defensa de la Corona, y a él no le va a quedar otra que la vida eclesiástica.
Por otro lado, y a miles de kilómetros de distancia, en las Islas Molucas, tenemos a Cintia, una huérfana mestiza que se ha criado con sus tíos y que hasta el momento ha compartido juegos con Ismail, hijo de una sirvienta, y con su inseparable prima Cornelia. Ahora que ambas primas se están convirtiendo en unas jovencitas, las cosas van a cambiar. Cintia es una mestiza que por su condición se encuentra entre dos mundos y ninguno de ellos la acoge totalmente, y además no dejan de tratarla como la pariente pobre de la familia, algo que su tío no deja de hacerla sentir y recordarle.
Dos personajes muy diferentes, criados a miles de kilómetros, en culturas y en ambientes muy diferentes que tienen mucho en común, mucho más de lo que puede parecer a simple vista, y cuyas vidas están destinadas a cruzarse en más de una ocasión.
Hay libros que, sin que te des cuenta, en cuanto empiezas a leerlos te hacen viajar. De pronto estás en otra época, en otro lugar y te encuentras tan bien que no quieres salir de allí. Eso es ni más ni menos que lo que sucede cuando comienzas la lectura de El último árbol del paraíso y te dejas secuestrar por la narrativa de Emma Lira.
Los personajes y los ambientes que crea esta autora son fascinantes. Vamos a encontrar unos personajes ricos, unos protagonistas fuertes, valientes, inconformistas, dispuestos a luchar por aquello en lo que creen, de esos que te hacen sentirte en su piel.
Viajaremos a lugares llenos de contrastes, paisajes exóticos, evocadores que cobran vital importancia en la narración. Emma Lira nos lleva a unas islas donde las especias y, más concretamente, el clavo es fundamental en los cimientos de la isla y sus habitantes. Llena la narración con sus colores y sus olores y lo hace de tal manera que nos parecerá experimentarlos en nuestros propios sentidos.
Pese a esos escenarios de ensueño no vamos a encontrar una historia idílica ni bucólica, ya que Emma Lira plantea asuntos como el abuso en diferentes ámbitos, la maldad, el choque cultural, la explotación, las luchas de poder, los intereses económicos, entre otros; temas que a lo largo de los siglos siempre han acompañado a la humanidad y siguen estando vigentes, lo que demuestra lo poco que cambia el ser humano.
Y como es habitual en las novelas de la autora, todo lo anterior lo integra en un contexto histórico seguramente poco conocido por el lector, para el que se intuye una importante labor de documentación por parte de Emma Lira y que no hace más que aportar valor a la narración.
Si quieres viajar, vivir aventuras, apasionarte, gozar, sufrir, conocer a unos personajes que te hagan sentir, que te enamoren, de esos que te cuesta separarte y disfrutar de una narración cautivadora e impecable, no lo pienses más, El último árbol de paraíso es esa lectura que estás buscando.
Hola. Comprado en digital, mil gracias por vuestras impresiones.
Besos y feliz semana.
Pues ya está como una de las primeras para 2021.
Gracias
Totalmente de acuerdo con tus impresiones. Una magnífica historia narrada de forma impecable.
Besos.
Pues tendré que leerla, que me dejas con ganas.
Besotes!!!
¿Os podéis creer que tengo en casa Ponte en mi piel desde que se publicó y aún no he podido leerlo? Después de leer esta reseña tendré que ponerme a ello más pronto que tarde porque este también lo quiero leer y no es cuestión de acumular :P
Un beso