Almuzara, septiembre 2024
El héroe traidor es el título del nuevo libro que acaba de publicar la editorial Almuzara. Se trata de una nueva entrega del escritor Antonio Torremocha, quien con esta novela histórica pretende hacer justicia a Pedro Navarro -también conocido como Pedro del Roncal-. Héroe para unos y traidor para otros, este aldeano llegó a ser Capitán General de la Infantería Española, y General del Ejército Francés y Almirante de su escuadra, en tiempos de Fernando el Católico y de Fernando I de Francia.
Tachado de desleal por los españoles y, por tanto, olvidado por la historia oficial, nada o muy poco se ha escrito sobre este humilde pastor, salvo esta novela que desvela, gracias al arduo trabajo de investigación de este historiador, quién fue verdaderamente este héroe navarro nacido en Garde, que llegó a ser conde de Oliveto y vencedor del turco en Manfredonia, y de los franceses en Canosa, Gaeta, Garellano y Ceriñola.
Según narra Torremocha, Pedro del Roncal se convirtió en uno de los ingenieros más destacados del reinado del Rey Católico. Se fraguó como una figura clave en la historia militar de España, y fue testigo y protagonista de eventos cruciales como la rendición de Nápoles y la conquista de Orán, que, por inquina al personaje, la historia le atribuye este éxito al Cardenal Cisneros.
Con una mente brillante y una audacia sin igual, a los dieciséis años marchó a la costa de Vizcaya para enrolarse como grumete en un navío corsario. Tras dos años aprendiendo el oficio de marinero y artillero, viajó con unos italianos a Génova. En Nápoles fue contratado como palafrenero por el cardenal Juan de Aragón. Fallecido éste, pasó a ser soldado del ejército de Florencia, en el que destacó como artillero, al inventar minas explosivas para demoler fortificaciones, y como estratega militar al idear nuevas técnicas de asedio y redefinir el arte de la guerra en su tiempo.
Pero su vida no fue fácil, estuvo marcada por las sombras de la traición y la deslealtad, cuando en 1512 fue hecho prisionero de guerra por los franceses durante la batalla de Rávena. Abandonado a su suerte por el rey católico, pasó tres años en el castillo de Loeches, ya que el monarca español se negó a negociar su liberación por no ser de noble cuna, decidió aceptar el chantaje de Francisco I, quien tras conocer su valía como militar, le propuso enrolarse en su ejército a cambio de su libertad.
Encumbrado a los más altos empleos dentro de las huestes galas, vivió la desgracia de caer prisionero de los españoles en la toma de Génova. Puesto en libertad, retorno para ponerse a las órdenes del rey de Francia y volvió a ser de nuevo apresado, en esta ocasión, bajo el reinado de Carlos I, quien ordenó su encierro en el Castel Nuovo de Nápoles, una fortaleza que años antes había conquistado a los franceses cuando estuvo al mando de las tropas españolas.
Fue condenado a muerte y acusado de doble traición a España y murió en ese castillo el 28 de octubre del año 1538. Está sepultado en la iglesia de Santa María la Nueva de Nápoles.
Antonio Torremocha es Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Historia Medieval. Ha sido profesor agregado de bachillerato y Tutor de la UNED de Historia Medieval. Fue director del Museo Municipal de Algeciras y es académico de número de la Academia Andaluza de la Historia; miembro numerario de la Sociedad Española de Estudios Árabes; miembro numerario de la Asociación Española de Arqueología Medieval; miembro numerario del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
Tiene numerosos libros publicados, entre los que destacan La cautiva de la Alhambra, El bibliotecario de Medina Azahara y Antonio Meulener: el Oppenheimer español todos editados en Almuzara.
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