NUESTRA OPINIÓN …
Estábamos deseando leer Desaparecida en Siboney de Rosario Raro, desde que supimos de su publicación.
Conocimos a Rosario Raro cuando publicó su primera novela Volver a Canfranc y ya entonces tuvimos claro que iba a ser una escritora a la que seguiríamos. Desde entones esperamos cada novela suya con expectación.
Desaparecida en Siboney es una novela que comienza con una gran máxima en la que ya podemos intuir algo de lo que vamos a encontrar: Hay grandes fortunas que tienen su origen en un crimen; otras ocultan cientos.
Romi escribe a su tío Mauricio que vive en España, para informarle que ha desaparecido su madre y que no consigue que nadie le dé noticias sobre ella, ni siquiera su padre contesta a sus preguntas sobre lo que ha podido pasar.
Tiene claro que su tío se preocupará en cuanto conozca la noticia y se pondrá manos a la obra para desentrañar lo sucedido.
No se equivoca, Mauricio abandonará su vida en Barcelona para viajar a Cuba, a Siboney, e intentar que su cuñado, con quien no se lleva nada bien y por quien siente una verdadera aversión, le informe sobre lo que le ha pasado a Dulce e intentar localizarla.
Como os imaginaréis esto no es más que el principio de una novela que nos mantendrá pegados a sus páginas de principio a fin, en la que en una trama que actúa como hilo conductor, convergen otras subtramas tan destacables como la principal, a través de las cuales Rosario Raro nos muestra un cuadro fiel sobre una etapa interesante de nuestra historia, con una sociedad hipócrita en la que tanta importancia se daba a la apariencia, y con unos personajes de carne y hueso, muy bien construidos, entre los que vamos a encontrar figuras antagonistas, que no nos dejarán indiferentes, al tiempo que provocarán en nosotros toda clase de emociones.
Sin duda la ambientación es uno de los puntos fuertes de Desaparecida en Siboney, que hay que destacar. Una novela que transcurre en el último cuarto del siglo XIX a caballo entre la Cuba colonial y una Barcelona en crecimiento, en la que la floreciente industrial textil está en su apogeo. Una sociedad en la que su riqueza proviene en la mayoría de los casos, de una manera o de otra, de las colonias y que no siempre ha sido fruto de actividades precisamente «limpias» y legales.
La documentación de la novela se advierte ingente y exhaustiva, pero en ningún momento pesa en la narración, ya que la autora ha logrado con maestría que esté perfectamente integrada y en ningún momento sea un lastre.
Vamos a disfrutar de un lenguaje cuidado, pulcro, acorde a la historia, con el que Rosario vuelve hacer gala de su prosa depurada y elegante en la que por encima de todo prima la calidad literaria.
Desaparecida en Siboney es una novela basada en hechos reales, con una buena historia, magníficos personajes, llena de contrastes, de contrapuntos, de las que te conmueven y te remueven, con una ambientación y documentación espléndidas y en la que Rosario Raro intenta desenterrar y hacer visibles temas que, a muchos integrantes de la burguesía que amasaron grandes fortunas, no interesaba que salieran a la luz. Una novela que posiblemente no sea perfecta, pero que sin ningún género de duda recomendamos.
Ya sabes que a mí me sucede justo lo contrario, no terminó de convencerme Volver a Canfranc, fue una lectura con luces y sombras, de las que dices «tengo que volver a leer a la autora para decidirme» jeje. En fin… que me enrollo y todo para decir que lo tengo pendiente y por lo que cuentas parece que no debo tardar en ponerme.
Besos.
No he leído nada de la autora, podría ser una candidata para estrenarme con ella.
Besos
¿Sibonay no era el título de una canción? Jeje.
me gusta lo que contáis, estas historias me atraen, yo por si acaso me la llevo anotada, luego ya se verá.
Besitos.
pues no he leído ninguno de los 2, pero seguro que los acabo leyendo porque están en mi lista de deseos.
Gracias
A mí también me va gustado este libro, creo que la historia es potente y las tramas secundarias son igual de potentes que la principal. Todo ello unido a la magnífica prosa de Rosario hacen una novela que recomendaría no perderse.
Le tenemos Pilar y yo pendiente. A ver si le encontramos un hueco. Gracias por la reseña.
Yo me quedé con las ganas de leer Canfranc y sigo empeñada en hacerlo. Me gustaría leerlo antes que este, que también tiene buena pinta. Besos