NUESTRA OPINIÓN …
Desde que descubrí a Arantza Portabales con Sobreviviendo supe que se había convertido en una de mis autoras imprescindibles. Esa manera de escribir, esas historias que te mantienen atada a las páginas de la novela, es algo que valoro mucho y una vez que lo encuentro en un escritor ya ha ganado una lectora para toda su obra. Asesinato en la Casa Rosa no ha roto la regla y no ha hecho más que ratificar mi decisión.
La inspectora Iria Santaclara ha pedido una excedencia para cuidar de su marido que ha sufrido un ictus. Ha estado buscando cuales son las clínicas donde pueden darle el mejor tratamiento, todas muy caras y con largas listas de espera, pero no se va a rendir, hará lo que sea necesario para reunir el dinero y enviar a Ángel allí donde esté ese tratamiento, aunque sabe que no va a ser fácil.
Santaclara de pronto recibe una llamada. Ulises Villamor, Presidente del Grupo Villamor vinculdo al ámbito sanitario y las residencias de mayores, tiene una propuesta que hacerle. Él se encargará de que admitan a Ángel en la mejor clínica para su caso y correrá con todos los gastos si ella accede a averiguar, de manera privada, quien está detrás de la muerte de su Rosa, su esposa, ocurrida hace cuatro años.
Lo que en principio pareció una muerte natural en plena pandemia, ahora, tras haber recibido un anónimo hace pensar a Ulises que se trató de un asesinato.
En Asesinato en la Casa Rosa nos vamos a encontrar con un asesinato de círculo cerrado. Una muerte ocurrida en la casa familiar en los primeros días de la pandemia cuando estabamos todos encerrados y los movimientos estaban muy restringidos, con el servicio de una casa como esa ausente, y en la que los únicos que se encontraban allí eran los miembros de la familia y la «au pair» de los niños, con lo cual sólo un número restringido de personas podrían haber cometido el crimen. Sólo alguien de su familia ha podido asesinar a Rosa.
Pese a ser la víctima, pronto veremos cómo Rosa Piñeiro se convierte en un personaje más de la novela, ya que será quien, mediante saltos al pasado, nos vaya guiando para conocer qué pudo pasar y porqué, el día de su muerte. Un recurso que además de mantener la intriga, permite al lector conocer poco a poco todo lo que respecta a la familia Villamor, cómo son, lo que buscan, sus anhelos, secretos, envidias, pasiones, luchas de poder, obsesiones. Una familia en la que nada ni nadie son lo que parecen.
Arantza Portabales nos dejará pegados a las páginas de esta novela de capítulos cortos, ritmo muy ágil, adictivo y constante, con giros dosificados que continuamente harán que con la misma facilidad que montamos una teoría ésta salte por los aires y nos replanteemos lo leído hasta el momento.
Asimismo, crea unos personajes complejos, llenos de matices, con una psicología muy marcada y muy creíbles, que nos llevarán a querer saber más de ellos, a conocerlos mejor. Unos personajes principales magníficos, a los que acompañan unos secundarios de lujo como Sinda Sobrado, también conocida como la SS, o la Gestapo, la maestra retirada del pueblo, firme defensora de espiar a los demás. Una mujer que sabe todo de todos aun antes que ellos mismos, que me ha encantado
Asesinato en la Casa Rosa es una novela en la que vamos a encontrar secretos, envidias, luchas de poder, ambición, discriminación, obsesiones, intrigas; en la que vamos a ser testigos de que la búsqueda de la verdad y la justicia no siempre van de la mano, y en la que veremos hasta dónde las apariencias pueden deformar la verdad.
Una novela que, sin dudarlo, recomiendo.
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