Universo de letras, septiembre 2023
As de corazones, un incontestable thriller protagonizado por el antihéroe perfecto: un periodista sin escrúpulos.
Editorial Universo de Letras pone en el mercado una hirviente novela escrita por el andorrano David Castillo, en la que un amor no correspondido se mezcla con la macabra obra de un asesino en serie.
«Era una chica rubia, con pelo corto, semidesnuda, a la que habían quemado la cara con ácido, indocumentada, tal vez china o japonesa, y que había aparecido con una carta de póker en la mano». Así arranca una trepidante novela, un thriller de manual, que lanza un guante al lector que se sienta con la valentía necesaria para arrostrar un tobogán de emociones y giros inesperados, una obra esculpida con mirada larga que llega para quedarse instalada en la psique colectiva de toda una generación. As de corazones es la nueva apuesta de la siempre inquieta Editorial Universo de Letras, perteneciente al Grupo Planeta, el más poderoso en lengua española.
La trama nos habla de Fran Ballester, un periodista egocéntrico y no demasiado amante de la deontología de su profesión que, de un día para otro, resulta acusado de una serie de asesinatos especialmente sórdidos. El dedo inculpador proviene de Adrien, el que consideraba su fiel compañero de batallas. Un sentimiento amoroso desbocado y no correspondido podría ser la chispa que prende la mecha de un rompecabezas que atrapará a Isabelle Serrané, una adicta al sexo, y su hermano Martin, dos policías que no destacan precisamente por su pulcritud.
Con estos elementos, David Castillo ha armado una narración de alto voltaje, una incontestable novela negra repleta de giros, de cicatrices y que no persigue finales falsamente edulcorados. Casi se podría decir que nos encontramos ante todo un desafío únicamente al alcance de los lectores valerosos, amantes de las emociones fuertes. Castillo, todo un hombre del Renacimiento por su afán por conocer los pliegues del alma humana, ha sido varias veces premiado como comunicador y también se ha desempeñado como letrado y asesor fiscal.
Antes de cerrar esta nota, no está de más que paladeemos algo de la potencia de su descarnada prosa, donde la condición sexual está muy presente y se dan la mano las calles de París y las de Madrid: «Jean Paul estaba algo confuso. El Krash era un bar de ambiente y, según le pareció ver por la mañana cuando fue a firmar el contrato, tenía un cuarto oscuro o algo muy parecido en el sótano. ¿En serio Fran iba a llevar a su mujer a ese sitio a tomar una copa? ¿De verdad un hetero hace bromas como las que ha hecho él durante la conversación?».
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