NUESTRA OPINIÓN …
La chica a la que no supiste amar es la tercera entrega que tiene como protagonista al investigador privado Tony Roures, una novela que sin ningún problema se puede leer independientemente y aunque no hayan pasado por tus manos las dos anteriores con Roures al frente.
Aunque ante ciertos comentarios en la red yo pasé de largo la entrega que dio comienzo a la serie, no hace mucho leí y reseñé La mala suerte, segunda novela de la saga, tras lo cual no dude en ningún momento que iba a continuar disfrutando de las historias de este corresponsal de guerra reconvertido en investigador.
Tras el caso resuelto de la chica desaparecida en Mallorca, los casos que llegan a las manos de Roures se han incrementado aunque en su gran mayoría siguen siendo aquellos que tienen que ver con infidelidades. Ahora dispone de una oficina y la plantilla, aunque mínimamente, también se ha incrementado.
Una madrugada recibe en su piso la visita de un antiguo compañero y amigo que viene a pedir ayuda.
Una chica a la que visitaba con asiduidad en un club de alterne ha desaparecido y le quieren cargar el muerto. Le están chantajeando y amenazando, y teme por la vida de su mujer.
Marta Robles, a través de la trama de La chica a la que no supiste amar, nos adentra en la realidad de las mujeres víctimas de la trata, unas mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución para pagar una deuda que nunca quisieron contraer a las mafias que las engañaron y ahora las explotan, una deuda que en vez de disminuir cada vez se va incrementando más y más, ya que perciben una ínfima cantidad de lo que con ellas ganan otros, y su debe se sigue incrementando, abusivamente, con unos gastos que sus proxenetas dicen anticipar por cuenta de ellas.
La historia de La chica a la que no supiste amar es una historia dura, sórdida, en la que pone de manifiesto el mundo de la trata de blancas, la forma de actuar de las mafias, como se teje la red que no te deja nunca escapar a las mujeres que han caído en sus garras, las deudas inacabables, los lazos con el vudú, y como las mujeres que han logrado ascender en el «escalafón» de ese terrible mundo son más crueles aun que los hombres, haciendo pagar a otras mujeres todo el dolor que sufrieron incrementado si esto es posible.
Unas mujeres que, en la mayoría de los casos, no sólo han sido vendidas sino que además les hacen pagar una deuda que nunca quisieron contraer, unas mujeres que tuvieron que realizar un infierno de viaje que no es más que la antesala del infierno de verdad en el que van a tener que vivir.
La chica a la que no supiste amar es una denuncia valiente, una llamada de atención a un mundo que todos sabemos que existe y ante el que, en muchos casos, giramos la cabeza. No nos pasan desapercibidos todos esos locales situados en carreteras, muchas veces en medio de la nada, con ventanas siempre cerradas, luces de neón y coches aparcados, en los que todos intuimos lo que pasa dentro, pero ante los que pasamos cómodamente en nuestro coche como si aquello no fuera con nosotros.
En esta novela Marta Robles nos pone muchos temas sobre la mesa sobre los que reflexionar. Aunque el más importante es el de la trata, también están la adicción al juego, el machismo, la infidelidad y qué es lo que entendemos por infidelidad, la falta de lealtad, el engaño o la vanidad, entre otros.
Y qué decir de Roures, un personaje que nos va ganando entrega a entrega, lleno de aristas, de contradicciones, con una vida repleta de claroscuros y un caso que le lleva a echar la vista atrás y analizar cuántas veces él ha sido culpable de algunas situaciones vividas no mucho mejores que la que tiene entre manos durante las guerras que cubría como corresponsal, uno de los peores escenarios para el ser humano donde la línea entre el bien y el mal es tan difícil de cruzar.
Me gusta la forma que tiene Marta Robles de armar la trama principal alrededor de la cual va tejiendo otras subtramas que la completan, la manera sencilla y ágil de narrar, la forma en la que te tiende el cebo en las primeras páginas para ya no dejarte escapar y sobre todo, en este caso, el modo en el que ha puesto el foco en un tema espinoso para denunciar una realidad ante la que, si bien es muy difícil erradicar, merece la pena luchar por todas estas mujeres que viven ese infierno.
Lo tengo desde hace unos días y lo leeré pronto. Los dos anteriores me gustaron mucho y espero que éste también
Besos
Leí el anterior y me gustó así es que este también tengo intención de leerlo tarde o temprano.
Besos
La tenemos desde hace pocos días y todavía no sé cuál de los dos la va a leer (espero que yo, haré trampas en el sorteo)
Besitos.
Yo leí el primero, y aunque el protagonista me gustó mucho, la novela no llegó a entusiasmarme del todo, no leí el segundo y no creo que lea esta nueva novela, pero me alegro de que lo hayas disfrutado.
Un beso
Creo que tengo la primera entrega, pero sin leer todavía. La verdad es que tenía intención de ponerme con ella pero, tú sabes, lo vas dejando… Quizá algún día. Besos
Pues no he leído a la autora todavía. A ver cuándo me animo.
Un beso
Ni fu,ni fa….a mi no me ha gustado