NUESTRA OPINIÓN …
Hacía mucho tiempo que quería leer a Marta Robles pero, por unas cosas o por otras, al final nunca le había llegado el momento. Es por eso que este año en la Feria del Libro de Madrid, aprovechando la firma de uno de sus últimos libros, aproveché para hacerme con el primero de la serie protagonizada por el inspector Roures ya que, aunque la otra parte de este blog sí que ha leído los dos siguientes (La mala suerte y La chica que no supiste amar), no habíamos leído el primero de ellos por lo que yo he decidido comenzar en orden con A menos de cinco de centímetros.
En A menos de cinco centímetros vamos a encontrar una novela negra o más bien diría una novela policíaca porque, aunque muertos hay unos cuantos, en realidad, son todos del pasado por lo que la novela se basa más en una investigación policial. Aunque en la contraportada se anuncia como una novela altamente violenta y erótica, en mi caso no me ha parecido ni una cosa ni la otra por lo que, a los que como yo, no os encante el género erótico, no os debería echar atrás ya que, aunque hay alguna escena de sexo y la relación entre dos de los protagonistas está cargada de tensión sexual, las escenas eróticas no se repiten y no son más explícitas que las que podemos encontrar en cualquier novela de cualquier género.
A menos de cinco centímetros de Marta Robles, es una novela con cuatro protagonistas principales que no pueden ser más diferentes entre sí: Roures, un excorresponsal de guerra reconvertido en detective privado y que se dedica principalmente a casos de infidelidades; Amando Artigas, un escritor de éxito conocido con predisposición a mantener relaciones sin ningún compromiso con mujeres casadas; Missia Rothman, una mujer casada con el dueño de una de las mayores editoriales del país, una mujer rica pero con un pasado que desearía olvidar y por último Katia, una argentina que llega al despacho de Roures pidiéndole investigar la muerte de su madre que ocurrió años atrás. Cuatro personajes con sus luces y sus sombras, su pasado y sus circunstancias y que dejan patente una vez más que todo el mundo tiene algo que esconder.
¿Cómo confluyen estos personajes tan dispares? Katia acusa a Armando Artigas de ser el autor de la muerte de su madre con quien mantuvo una relación en el pasado y contrata a Roures para demostrarlo. Mientras, Missia, amante de la lectura, conoce a Amando Artigas y empieza a mantener una relación con él a espaldas de su marido, una relación que podría ser mucho más peligrosa que la posibilidad de que le descubra su marido y es que Katia ha descubierto que varias de las amantes de Armando en el pasado, incluida su madre, murieron en extrañas circunstancias después de estar con él. La novela será una investigación a fondo para tratar de esclarecer si Armando ha tenido que ver algo o no en estas muertes y, si no es así, si ha sido fruto de la casualidad o si hay alguien más que tenía una razón oculta para matar a estas mujeres.
Marta Robles consigue con esta historia aunar mundos que no tienen nada que ver y que están totalmente relacionados a través de la literatura, y este punto para mí es uno de los fuertes de la novela ya que cada personaje tiene esta pasión desde un punto totalmente diferente. Katia es periodista, Roures, excorresponsal, Missia, amante de la lectura hasta el punto de contar con una gran colección de ejemplares que valen millones y cuyo marido es el dueño de una de las principales editoriales y Armando es escritor de éxito. También los personajes secundarios como Isabel o el ayudante de Armando están directamente relacionados con la literatura.
Por otro lado, A menos de cinco centímetros tiene un fuerte componente de denuncia social. Mediante las intervenciones de los periodistas, tanto Roures como Isabel, su compañera del pasado, se hablará de prostitución, de trata de blancas y de guerra, y Katia, también periodista, nos trae al frente el tema del Holocausto y cómo lo vivieron los judíos.
En su momento, hubo varias críticas a esta novela por la gran cantidad de marcas de lujo que aparecen en ella. Es real, aparecen, pero en mi opinión no es algo que llame la atención (más allá de que ya lo había escuchado), que te saque de la lectura ni que estén de más. Creo que Marta Robles hace uso de las marcas para que el lector se pueda hacer una idea del mundo del lujo en el que se mueve, en este caso, uno de los personajes, al igual que aparecen descritos multitud de lugares reales de Madrid y otras ciudades. Creo que es un recurso de descripción igualmente válido a cualquier otro y que hace que sea una novela muy visual, ya que es fácil imaginarse lo que menciona.
En conclusión, es una novela entretenida, que se lee rápido y bien, con un lenguaje bien conseguido para cada uno de los personajes (totalmente opuestos entre sí) y con un final que si bien se va cerrando en torno a un personaje en concreto, ya que no hay una gran cantidad de ellos, sí que sorprende en cuanto a los motivos. Sin duda continuaré con la serie.
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