El color de la luz de Marta Quintín es una novela que aunque a priori me llamó la atención creo que se habría quedado en mi estantería esperando su turno si no hubiera sido porque íbamos a tener un encuentro con la autora.
Afortunadamente, se dio este hecho e hizo que adelantara posiciones en mi lista de pendientes y me pusiera con ella de inmediato.
NUESTRA OPINIÓN….
El color de la luz parte de una premisa real como la propia autora nos contó en el encuentro que tuvimos con ella: una subasta en Nueva York en la que alguien paga una desorbitada cantidad de dinero por un cuadro. Eso sí, hasta aquí lo real de esta novela y precisamente aquí empieza la fantasía de Marta Quintín en esa historia en la que se plantea qué motivaciones puede tener una persona para llegar a pagar un dineral por un objeto, en este caso un cuadro, ¿qué pasaría si ese cuadro en realidad fuera suyo y solo quisiera recuperarlo?
A partir de esta subasta a la que asiste una periodista a la que le picará la curiosidad por descubrir las motivaciones de esta anciana que en el mismo momento se lleva el cuadro bajo el brazo, vamos a ir descubriendo poco a poco la vida y la historia de amor y desamor entre Blanca Luz y Martín Pendragón, el pintor que Marta Quintín se ha inventado con gran acierto para esta novela.
A través de esta novela vamos a viajar por todo el siglo XX recorriendo varios lugares y asistiendo así a los grandes hechos históricos que acaecieron a lo largo del siglo. Y es más, lo vamos a hacer desde dos mundos que nos darán una versión bien diferente de cómo se vivía en dos partes diferentes ya que llegará un momento en el que Blanca Luz y Martín no están juntos y vamos a vivir de la mano de los dos, hechos históricos tan importantes como la guerra mundial y cómo afectó, por una parte, a una familia acomodada como era la de Blanca Luz y, por otra, a Martín Pendragón que luchaba en la Ruche por hacerse un hueco de renombre en el mundo artístico.
Aunque lo importante en esta novela es la historia de amor y desamor entre Blanca Luz y Martín Pendragón la vamos a vivir de una manera peculiar ya que será la propia Blanca Luz quien nos la narre a la par que se la está contando a la periodista a la que ha logrado convencer que lo deje todo para escribir su biografía. Así, no podremos distinguir lo que es cierto de lo que no lo es, al igual que no veremos las cosas desde un prisma diferente al que lo ve Blanca Luz, su versión, para nosotros, será la única válida.
En este punto tengo que decir que, a pesar de que la historia me ha gustado, ha habido puntos en los que me sentía un poco cansada de las idas y venidas de esta historia, quizá por falta de empatía con la protagonista.
Y un punto a favor, en cambio, está en el acierto de que la historia se vea interrumpida en varias ocasiones por los propios comentarios entre la periodista y Blanca Luz mientras le relata la historia. Estos diálogos aportan mucha fluidez y frescura a la historia.
Eso sí, tengo que decir que una de las cosas que más me ha gustado de esta novela ha sido la introducción de personajes y anécdotas reales de pintores que se mezclan con la ficción con gran maestría ampliando un poco más nuestro conocimiento sobre este mundo. Me ha gustado mucho conocer como se vivía en la Ruche (La colmena), anécdotas de pintores célebres o el desarrollo de un pintor como Pendragón que, aunque sea ficción, está claro que podría haber sido cualquiera de los pintores cuyas obras visitamos hoy en día en cualquier museo.
Mi «pero» a esta novela es el desarrollo: aunque a lo largo de la novela las descripciones van haciéndose un poco menos densas, al principio me costaba mucho avanzar en la lectura debido a ellas. Sin embargo, hay que reconocer que en el último tercio del libro son mucho menos extensas y se hacen más llevaderas. Hay que destacar lo bien escrita que está El color de la luz y esas descripciones a las que hago alusión no puedo decir que no aporten pero para mí han sido un pequeño lastre a la hora de avanzar en la lectura haciéndome desviar la atención de la acción en sí.
En conclusión, es una novela que me ha gustado y con la que he disfrutado incluso más con la ambientación y las historias paralelas que con la historia en sí. Me ha encantado conocer a Martín Pendragón, aunque sea ficticio, y ahondar un poco más en la historia pictórica del siglo XX.
Si os ha gustado lo que habéis leído os recordamos que tenemos un sorteo activo de esta novela.
Me gustaría leerlo pero un poco más adelante.
Con este no me animo,no me llamó la atención al principio y sigue sin hacerlo.
Besos
Es cierto que a la protagonista hay momentos en que te dan ganas de darle un cachete y decirle: aclárate. Real como la vida misma
El pero que le pones, las descripciones densas, me echan un poco para atrás, pero si cayera en mis manos no me importaría leerlo.
Besos
Es una pena que no hayas empatizado con el personaje principal y eso enturbiara en cierto modo la lectura. Besos
El desarrollo lento es una cosa que normalmente me saca de quicio, y es que la paciencia no es una de mis virtudes, sin embargo este "pero" no me echa para atrás esta vez pues el libro se me ha metido entre ceja y ceja y no pararé hasta leerlo.
Un besito cielo.
A pesar de ese "pero" en el desarrollo de la trama, creo que es una historia muy disfrutable. Además que el arte tenga tanto protagonismo me atrae mucho.
Besitos
A mí este no me atrae demasiado y tampoco he visto reseñas tan convincentes como para cambiar de opinión. Lo dejo pasar.
Besos
En general coincidimos en impresiones. A mí también me costó empatizar con la protagonista.
Besos.
Pese a los peros que le pones, es una lectura que me apetece mucho. Terminará cayendo.
Besotes!!!
La empecé pero paré por lo mismo que tú comentas: las descripciones. Estoy esperando a tener un par de tardes tranquilas para sentarme y leerla con calma porque lo cierto es que me apetece. Un beso
Sinceramente no me llama nada la atención esta novela. Besos
Pronto lo leeremos, esperamos que el tema de las descripciones y el ritmo lento no se haga muy pesado.
Un beso
Marta y Laura
Este lo tengo descartado, no es para mi
Besos
A mí este me apetece un montón, así que me voy a apuntar al sorteo. A ver si tengo suerte!! Besos
No me importaría leerlo, pero tampoco saldré a a buscarlo.
Un beso ,)