Destino, febrero 2025
Este trozo de vida, de Estel Solé, un libro que emociona, provoca e inspira. Hay que dejar de añorar para empezar a vivir.
La autora catalana Estel Solé presenta en Este trozo de vida (Premi Ramon Llull 2025) una historia sobre el duelo perinatal, la maternidad frustrada, las renuncias, la identidad femenina y la reconstrucción de la propia vida. Sus personajes, profundos y simbólicos, representan un aspecto de la crisis existencial, la lucha por la libertad y la búsqueda de la identidad.
Este trozo de vida explora con sensibilidad la crudeza vital y la fuerza para seguir adelante. Con una escritura precisa y cargada de intensidad emocional, Estel Solé nos ofrece un relato cautivador que nos habla de la fragilidad y la resiliencia humanas.
MATERNIDAD FRUSTRADA Y OTRAS RENUNCIAS
Lena, una mujer atrapada entre la maternidad, las responsabilidades laborales y las renuncias propias, vive un momento de crisis profunda. Después de meses de un embarazo que tendría que haber sido feliz, descubre que su hijo Sam ha muerto dentro suyo. Han pasado ocho días des de que el feto dejó de vivir, y ella, sin notarlo, ha continuado llevándolo dentro del vientre. Esta revelación la dejará en estado de shock y marca el inicio de un proceso de duelo perinatal que la hundirá en un pozo de tristeza, culpa y rabia.
La relación con su marido Dan, un director de ópera con una agenda llena de viajes, se verá más tensa que nunca. Cuando le comunica la pérdida por teléfono, él reacciona con un tono distante que Lena no puede entender ni perdonar. Aunque le ofrece volver antes de lo previsto, ella, en un acto inconsciente de prueba, le dice que no hace falta. Él no insiste y esto la deja todavía más sola.
A medida que pasan los días, Lena intenta recuperar la normalidad. Tiene un hijo, Quim, que todavía la necesita, y un trabajo como investigadora en un laboratorio, dónde hace meses que trabaja en un proyecto de investigación sobre cambio climático. No ha explicado a nadie del laboratorio su embarazo, y aún menos, su pérdida. Cuando su jefa Yolanda decide apartarla del liderazgo del proyecto para dar lugar a un hombre, alegando que “una madre tiene demasiados compromisos y no podrá viajar”, Lena se siente traicionada y menospreciada. En un impulso de rabia, escribe un correo de renuncia y deja su trabajo, sin tener un plan de futuro claro.
UN VIAJE DE TRANSFORMACIÓN
El mismo día, recibe un correo de un hombre desconocido, Abel Franquesa, que le dice que ha encontrado su ordenador extraviado. Cuando va a su casa a recuperarlo, se encuentra con un hombre reservado y enigmático que parece esconder una historia compleja. Días después, en plena crisis existencial, decide aceptar una propuesta que Abel le había hecho en ese mismo correo: llevarlo en coche hasta Francia. Sin saber exactamente porqué, Lena ve este viaje como una huida necesaria, una manera de escapar de su dolor, de su casa fría y de la rutina que la oprime.
El viaje en coche de Este trozo de vida es mucho más que un trayecto físico: es una metáfora de transformación, una fuga de la realidad y un espacio de reflexión para los personajes. Para la Lena, este viaje marca el inicio de un nuevo capítulo de su vida, alejándose de sus miedos y aceptante que puede construir un futuro diferente.
Cómo en tantas otras historias, el viaje es la excusa porque el personaje se cuestione todo el que hasta ahora daba por hecho. A través de la carretera, Lena descubre que no solo puede conducir un coche hacia Francia, sino también su propia vida hacia un nuevo camino.
El viaje en coche con Abel empieza con una mezcla de tensión e incerteza. A medida que pasan las horas, él se muestra reticente a hablar de su vida, pero Lena le explica detalles de la suya, incluida la pérdida de su hijo y la decisión de abandonar el trabajo. A poco a poco, la conversación se vuelve más íntima y Lena descubre que Abel tiene una hija, Clara, con quien mantiene una relación distante.
Cuando llegan a Francia, se dirigen hacia la casa de Margue, una mujer que en el pasado había sido la amante de Abel. El encuentro con ella es extraño y cargado de tensión, especialmente cuando entra en escena el marido de Margue, Benoît. Es un hombre que va en silla de ruedas, de carácter cínico, que no parece tener ningún resentimiento hacia Abel por haber sido amante de su mujer. No obstante, su presencia en la casa genera una atmósfera cargada de secretos y silencios incómodos.
A medida que pasan los días, Lena se ve atrapada en la dinámica compleja de esa casa y empieza a sentir una especie de libertad que no había experimentado en mucho tiempo. Esta sensación de calma se ve truncada cuando Abel le revela que el verdadero motivo por el cual Benoît le ha hecho ir a Francia es porque le ha pedido que le ayude a morir. Afectado por una enfermedad terminal y cansado de su vida de dependencia, quiere acabar con su sufrimiento, pero no quiere hacerlo solo.
En medio de estos días de incertidumbre, Lena recibe un mensaje inesperado: Dan le ha enviado un mensaje por error, destinado a su amante, en el que le pide verla esa misma noche. Lena queda en shock. No solo ha tenido que cargar con todo el peso de su relación y sus renuncias, sino que ahora descubre que Dan le ha engañado. Este descubrimiento, lejos de hundirla del todo, la empuja hacia una espiral de pensamientos de rabia, deseo y autoafirmación.
Mientras Lena intenta procesar lo sucedido, Benoît muere durante la noche, antes de que Abel pueda cumplir con su petición. Después del funeral, Lena decide que ha llegado el momento de volver a casa y enfrentarse a su realidad. La protagonista tiene una conversación decisiva con Dan, decide poner punto y final a su relación y, más tarde, se traslada con su hijo al pueblo de Francia.
El libro se cierra con Lena aceptando su vida, sin dejar que el pasado la consuma, sino viviendo la vida trozo a trozo. Este trozo de vida concluye con una reflexión poderosa sobre la libertad, la maternidad, la identidad y la capacidad de reconstruirse después de una crisis. Lena no solo ha dejado atrás un matrimonio que la limitaba, sino que también ha aprendido a dejar de sentirse culpable para querer vivir su propia vida. Ha encontrado un nuevo lugar para crecer, para criar su hijo y para recuperar su pasión por la ciencia, pero esta vez, sin tener que renunciar a ella misma. El final deja una sensación de esperanza: Lena no ha encontrado una vida perfecta, pero sí una vida donde puede respirar y sentirse fiel en ella misma.
Estel Solé Casadellà (Molins de Rei, 1987) es escritora, actriz, productora y directora cultural. Como escritora ha publicado poesía, teatro, novela y cuentos infantiles. En 2011 recibió el Premio Amadeu Oller por su poemario Dones que somiaven ser altres dones [Mujeres que soñaban con ser otras mujeres]. Su obra de teatro Animales de compañía fue un éxito en nuestro país, tuvo gira internacional y se produjo en México, Madrid y Panamá. Este trozo de vida es su segunda novela. Actualmente es codirectora del ciclo Perifèria Cultural. Escribe semanalmente artículos de opinión en VilaWeb, colabora en programas de Catalunya Ràdio y de TV3. También forma parte de la junta directiva de Òmnium Cultural.
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