NUESTRA OPINIÓN …
Hace algún tiempo leímos La sospecha eterna de Pablo Alaña y nos dejó muy buen sabor de boca, por eso cuando se nos brindó la oportunidad de leer su nueva novela El hijo del asesino, no nos lo pensamos dos veces.
La vida de Daniel es un verdadero caos. Después de más de tres décadas no le ha sido posible desprenderse del peso de ser el hijo de un asesino, un tormento que le hizo huir de Reinosa, su ciudad, no hablarse con su hermano, y también ha terminado influyendo en su relación de pareja y, en definitiva, en su trabajo en un exigente bufete de abogados.
La difícil situación que está viviendo le lleva a intentar un acercamiento con su hermano, lo que le lleva volver a Reinosa, intentar la reconciliación con su hermano y enfrentarse a todo aquello que quiso dejar atrás.
En El hijo del asesino nos vamos a encontrar con dos líneas temporales, una que sucede en 1975, año en el que tuvieron lugar los sucesos que han marcado a Daniel durante décadas y que tanto dolor causaron a su familia; y otra que tiene lugar tres décadas después, con la vuelta del protagonista a Reinosa, con todo el peso que aquellos sucesos han tenido en su vida, dispuesto a enfrentarse y saber qué fue lo que en realidad sucedió.
Me ha parecido muy interesante cómo nos presenta la trama por medio de estos dos hilos temporales en los que, a través de las averiguaciones que Daniel va haciendo en la trama del presente, va reconstruyendo los hechos que sucedieron en el pasado y va casando las piezas de un puzzle que nadie sospechó que no estaban en su sitio. Cómo todo aquello que se dio por bueno en aquella época, nada tenia que ver con lo que en realidad sucedió.
En esta novela, además de Daniel, que es quien más peso tiene en la trama y su protagonista, nos vamos a encontrar un amplio abanico de personajes muy creíbles, cada uno de ellos con sus miedos, sus secretos, sus heridas. Unos personajes cada uno con su personalidad, que no son perfectos y a los que de una forma u otra no solo les marcó aquel crimen cuando se cometió, sino que a través de los años han ido arrastrando su impronta y, además lo han hecho en una población que no es muy grande y en la que todos se conocen.
El hijo del asesino es una novela con una trama bien construida de capítulos cortos, con personajes cuidados, en especial Daniel en sus dos vertientes, que se lee con mucha agilidad, con giros inesperados, y que mantiene en tensión durante toda la lectura. Lo que sí me ha parecido es que el autor se toma ciertas licencias que no me han parecido muy creíbles, en cuanto a la coparticipación que la Guardia Civil permite a Daniel en la investigación o cuando comparte con él ciertos detalles de la misma, pero puede ser una apreciación personal.
Si quieres disfrutar de una lectura entretenida, con la que vuelen las horas de lectura El hijo del asesino de Pablo Alaña puede ser una buena elección.
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