NUESTRA OPINIÓN …
La cría de Pablo Rivero no es la primera novela que leemos de este autor, si bien es cierto que solo hemos leído la novela anterior a esta Las niñas que soñaban con ser vistas que, aunque nos gustó, no fue lo que esperábamos. Sin embargo, una vez más, una recomendación personal hizo que le diéramos otra oportunidad al autor y que se colara entre nuestras lecturas.
La cría comienza con un capítulo corto en el que se nos habla del ataque a una mujer y la desaparición de una niña, pero no será hasta el final de la novela cuando recuperemos esta historia ya que, todo el resto de la novela y con lo que llegaremos a ese capítulo de nuevo, trata sobre la desaparición de Lucas.
Lucas es un niño, prácticamente un bebé, con millones de seguidores en su cuenta de Instagram que es llevada por su madre Adriana, quién ya intentó convertir a su hija mayor, Judith, en una estrella y que ahora lo ha conseguido con Lucas, siendo éste la imagen principal de Sweet Bunny, una marca de galletas y golosinas. El día a día de Lucas, desde antes incluso de su nacimiento, es publicado en redes sociales y seguido por millones de personas. Es por ello que, cuando desaparece, la policía no sabrá si se trata de un secuestro, si se ha escapado o si el entorno más cercano tiene algo que ver, como sucede en la mayoría de los casos. A partir de aquí, de la mano de Candela y Mateo, los dos policías que estarán al cargo de la investigación, iremos avanzando en las pesquisas y los diferentes escenarios que la policía plantea.
Tengo que decir que Pablo Rivero ha conseguido con La cría una novela que engancha desde la primera página, en la que no puedes dejar de leer esos capítulos cortos que solo te piden uno y otro más y que según vas llegando al final, literalmente no puedes parar. En mi caso, hacía mucho que no me ponía a leer a las 12 de la noche y seguía hasta tarde porque quería saber más y no podía parar. La cría es un thriller con un ritmo que no decae en ningún momento pero también es una novela con mucha crítica y que invita a la reflexión. ¿Hasta dónde llega el amor de una madre? es la frase que encabeza la sinopsis y es uno de los puntos clave de la novela a pesar de que no lo entenderemos casi hasta el final. Sin embargo, yo añadiría otra pregunta que es ¿hasta dónde son capaces de llegar los padres para que sus hijos cumplan sus sueños frustrados? Creo que es otro de los temas que no es más que el comienzo de los problemas de Adriana. Esta pregunta nos trae la reflexión de cómo tomamos decisiones por nuestros hijos cuando ellos no son capaces de hacerlo y de si cuando lo hacemos es pensando en ellos o en nosotros mismos.
En este caso, esos sueños frustrados de Adriana, nos llevan a una reflexión sobre el uso de las redes sociales, sobre las nuevas generaciones y el uso y la visión tan distinta que tienen esas nuevas generaciones respecto de la que puede tener la gente que no ha crecido con ellas. También, y sobre todo, una reflexión sobre los peligros de las mismas pero no solo eso sino de los problemas que puede causar esa sobreexposición en el presente de las personas, pero también en su futuro y cómo esa obsesión por los seguidores, visualizaciones o likes puede llegar a convertirse en una enfermedad.
Hay una cosa curiosa en esta novela y es que, ha conseguido engancharme sin conseguir que empatice con ninguno de los personajes y creo que esto es algo difícil de conseguir. Creo que el objetivo del autor ha sido hacer que a todos nos caiga mal Adriana y está más que conseguido, pero en mi caso tampoco he conseguido conectar con Candela aunque he disfrutado muchos de esos cruces de acusaciones que mantienen a lo largo de toda la novela. Además, a pesar de no empatizar, en el final de la novela se entienden muchas cosas que, aunque no las justifican, sí que hacen que te reconcilies un poco con ambas.
Transexualidad, bullying, sobreexposición, frustración, sharenting, violencia vicaria… son solo algunos de los temas que se ven tocados en esta novela, que Pablo Rivero, mediante los personajes de Candela y Adriana, pone encima de la mesa de la manera más cruda.
Como decía al inicio, no he leído todas las novelas anteriores y por lo tanto no sé si es una tónica general en ellas, pero en esta novela existe cierta conexión con Las niñas que soñaban con ser vistas por temas como los medios de comunicación en general, la publicidad, el mal y la darkweb y, aunque no es imprescindible haberla leído, sí que aporta hacerlo ya que además, se desvela parte del misterio de lo que sucede en ella en La cría.
Si tengo que ponerle un pero es que en ese final frenético en que sucede de todo, porque cuando piensas que no puede haber más, aparece otro giro de guion, quizá me ha parecido excesivo la cantidad de relaciones que acaba habiendo entre todo, y esto que es algo que ya comenté en la reseña de la anterior novela, y que puede no ser más que el estilo del autor, a mí personalmente no me convence. En cualquier caso, creo que ésto viene motivado por una posible continuación de los personajes que sin duda seguiré leyendo.
La cría es un thriller oscuro, rápido, de capítulos cortos, con saltos al pasado, duro por estar los niños implicados en sus páginas pero bien tratado, crudo pero no escabroso y lleno de giros y reflexiones de temas de completa actualidad. Sin duda, os recomiendo esta lectura en la que os plantearéis más de un comportamiento en redes sociales.
FICHA DEL LIBRO
Lo cierto es que, a pesar de tu recomendación, me da pereza este autor y si a eso le sumamos mis miles de pendientes y lo poco que avanzo últimamente con mis lecturas…
Besos.