NUESTRA OPINIÓN …
Que la portada y el título de El crimen del vendedor de tricotosas llaman la atención es algo que nadie puede negar, pero cuando alguien de quien te fías te dice que tienes que leerla, que lo vas a pasar muy bien y que te vas a reir un montón, no te lo piensas dos veces.
Eso fue lo que me pasó a mi, no terminaba de decidirme pero hay recomendaciones que no se pueden obviar y esta fue una de ellas.
Hace unos días Javier nos contaba, entre comentarios llenos de humor, en una presentación que hizo a un grupo de blogueros que empezó a escribir esta novela durante una excedencia que había pedido en la cadena en la que trabajaba, y lo había hecho para no tener que dedicar su tiempo «libre» a las labores del hogar. Y es que no tenía mejor disculpa para no realizarlas que estar inmerso en la creación de una obra literaria.
Así surgió El crimen del vendedor de tricotosas, la primera novela publicada de Javier Gómez, una novela «negra» en clave de humor.
Cuando empezamos el libro y conocemos a David Ortiz, un vendedor de tricotosas, nada nos hace presagiar a dónde nos va a llevar esta novela, nada hace aventurar que nos vamos a encontrar con cosas tan dispares como zombis, neonazis, ultras de fútbol, secuestros, epidemias, alertas sanitarias, crisis de gobierno y hasta con Furaco, ese oso macho que es el orgullo de Cantabria por su función como semental, entre otros elementos.
Y es que David Ortiz es lo que podríamos denominar un perdedor, un hombre «gris», nunca en su vida ha sobresalido por nada, tanto es así que cuando era niño y jugaban al fútbol elegía ser el portero suplente, ese que nunca jugaba, el que pasaba tan desapercibido que no parecía siquiera que existiera, porque eso era lo que quería, que no se notara su existencia. Lo que no sabe es que mientras transita en Madrid por la M-30 su vida va a dar un cambio radical, todo lo que ha pretendido siempre se va a ir al traste y, poco a poco, todo se va a ir enredando y se va a convertir en el ojo del huracán de la crónica de su país.
Y he dicho enredando porque en El crimen del vendedor de tricotosas hay mucho enredo, y Javier Gómez Santander va tejiendo una maraña que se va liando y liando cada vez de forma más disparatada y no sabes como va a ser capaz de salir de ella. Pero aunque la historia sea tan loca, disparatada y subrealista está claro que el autor ha sabido urdir bien la trama ya que de otra manera no hubiera podido salir airoso de todo este embrollo.
David nos va a relatar esta historia, su historia, en primera persona y durante toda la narración nos vamos a encontrar situaciones, pensamientos, diálogos hilarantes, absurdos, subrealistas que nos harán no sé si soltar carcajadas, pero desde luego reir y, en el peor de los casos y si esto os cuesta mucho, sonreír.
Pero además, con esta clave de humor que está presente durante toda la novela, Javier Gómez Santander no deja pasar la oportunidad lanzar una crítica hacia la clase política en general y algunos políticos en particular, los gobiernos de turno, el sensacionalismo y la manipulación tanto periodística como la que se puede hacer a través de las redes sociales que tan presentes están en la novela. No nos será difícil que nos suenen algunos hechos y situaciones aunque el autor las haya llevado a su terreno y las haya novelado con sus personajes.
El crimen del vendedor de tricotosas es una novela muy visual y no estaría mal que algún productor se atreviera a llevarla a la pantalla, porque nos encontraríamos con una comedia que os garantizo que tendría las carcajadas aseguradas. Según iba leyendo no me era difícil visualizar tal o cual situación y os garantizo que no tendría nada que envidiar a las escenas de algunos de nuestros últimos éxitos cinematográficos.
En conclusión, se nota que el escritor se ha divertido escribiendo esta novela y que ha sabido transmitirlo al lector a través de sus páginas, así que si quieres una novela fresca, divertida, muy amena, que te haga pasar muy buenos momentos y te haga reír, no lo dudes, en El crimen del vendedor de tricotosas encontrarás todo eso. Y, una advertencia, cuidado dónde la lees porque no sólo podrán mirarte con cara rara si ten ven tronchándote de risa, sino que estarás tan absorto en su lectura que puede sucederte como a mi y casi pasarte de parada de metro.
Pues me llama la atención porque parece una lectura divertida, y en este momento me apetece algo así. Me apunto tu recomendación.
¡Un beso!
Ahora mismo necesito este tipo de lecturas, así que gracias por recomendarla.
Besos
A mí el título ya me gusta, y me parece curioso. Y hasta la portada me hace gracia. Y ya que digas que es incluso algo absurda me pierde (así de absurda soy yo), por lo que me anoto el libro sin dudar.
bsos!
Jajajaja…yo ya me estoy riendo con tu reseña. La verdad es que siento curiosidad por la historia y que vaya por delante que no me río con facilidad.
Besos
A pesar de que veo que está gustando, no termina de llamarme la atención.
Besotes!!!
No se porque no termina de convencerme, pero, oye, casi mejor, así la lista de pendientes me guiña un ojo con complicidad
Besos
No lo conocía!!!
Lo investigaré, besos.
No es un libro que me apeteza de forma especial.
Ya sabes que las risas literarias y yo no tenemos una relación fluida, aunque de tu opinión me fío mucho y si tú te has reído… jijiji En fin, que no voy a ir corriendo a buscar esta novela, pero si se cruza en mi camino le daré una oportunidad.
Besos.
Y mira que yo no me hubiera fijado en este libro por el título, prejuicios que tiene una, porque veo que todos los que lo habéis leído os ha encantado. Besos.
Me perdí la presentación por un pelo y aún no he decidido qué hacer con el libro
Besos
Es una novela divertida y escatológica, a medio camino entre Mendoza, Pablo Tuset y las películas de Tarantino.
Sí, definitivamente podría convertirse en película.