Make a diferrence, enero 2025
Víctor Sentelles publica Unos ojos verdes sin vida, un homenaje a las novelas de misterio.
El autor catalán y abogado del estado Víctor Sentelles se estrena en la literatura dentro del género de misterio con la publicación de su primera novela, Unos ojos verdes sin vida (Editorial Loto Azul). La pasión del catalán por los asesinatos y los acertijos le viene de su niñez, cuando vivía en Sant Esteve Sesrovires, un pequeño municipio situado en la parte norte de la comarca del Bajo Llobregat, en la provincia de Barcelona. Esta localidad está muy cerca de dos centros penitenciarios: Can Brians 1 y Can Brians 2 y muchos de sus habitantes trabajan allí.
“Cuando vivía en casa de mis padres, en la típica calle con casas unifamiliares así unas pegaditas a otras, yo estaba en medio de dos funcionarios de prisiones”, recuerda el autor. Además, su madre, ya jubilada, era psicóloga, y es de ella de quien ha adquirido el gusto por los entresijos de la mente.
A los dos años de comenzar la carrera de derecho, a los 18 años, a Víctor se le presentó la oportunidad de compaginar sus estudios con el trabajo de funcionario de prisiones, ya que había una convocatoria abierta y decidió presentarse, movido por la curiosidad de explorar ese mundo tan hermético.
Allí, entre los muros cerrados y restrictivos de la prisión, pasó los siguientes ocho años relacionándose con todo tipo de presos. “Estuve un período en un módulo de personas con problemas de toxicomanía, pero la mayor parte del tiempo la pasé en el departamento de salud mental y es gente con una especial problemática.”
Todos estos conocimientos y estas experiencias las ha llevado el autor a algunos personajes de su novela, aunque esta no se desarrolla dentro de una prisión. «Hay un personaje por ejemplo, del que no podemos desvelar el nombre, que es una persona fría, lo que podríamos llamar un psicópata, tú lo ves y va a su aire, tiene costumbre de ir solo, no le gusta estar con la gente». Esta información podría decir algo, o no decir nada, pero está relacionado con ciertas conductas que Centelles vivió en dicho módulo.
La historia de Unos ojos verdes sin vida arranca cuando el cadáver de Lucía Romero, una profesora de música muy conocida en el municipio, es encontrado en el bosque, en la orilla del río, en circunstancias que resultan inquietantemente familiares al inspector Carlos Robles. La postura específica del cuerpo y su ubicación exacta evocan otro asesinato sin resolver ocurrido en el mismo municipio hace treinta años.
¿Podría tratarse de la misma persona, un asesino que ha vuelto a matar?
Así da comienzo una investigación que, como en las mejores obras de Agatha Christie —como Muerte en el Nilo, Matar es fácil o Asesinato en el Orient Express— sumerge al lector en una carrera por descubrir quién es el asesino entre los personajes que rodean a la víctima, cada uno de ellos un potencial sospechoso. En el transcurso de la investigación, Robles y su colega, la subinspectora Sara Nieto, se enfrentan a un complejo rompecabezas: a medida que descubren los secretos de los allegados de Lucía, el número de sospechosos sigue aumentando, y cada detalle revela nuevas capas de intriga.
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