Caligrama, marzo 2020
En Ser guapo es de buena educación el protagonista consigue lo que muchos sueñan: que una aplicación les elimine el adjetivo de feos.
El autor Greco Gotor firma una novela divertida y mordaz con la sociedad actual, una crónica de la estupidez y un espejo de la telebasura cotidiana.
La editorial Caligrama publica Ser guapo es de buena educación. Si existiera una aplicación que directamente le convirtiera en una persona extremadamente atractiva, ¿la utilizaría? El protagonista de esta novela sí lo hace. El autor Greco Gotor dibuja dos jóvenes que experimentan con la vida misma y con la propia suerte: un fotógrafo, Rodolfo, y su amigo transformado, Chaney. El primero acompaña al segundo, quien aprende a sobrevivir a costa de pretendientes y amantes y que, incluso, se cuela en los ambientes de la alta sociedad. Pero pronto se da cuenta de que ser guapo es más difícil de lo que parece.
Este texto es tan irreal como cercano; la narrativa es jovial y luminosa y la historia está llena de ironía y escenas ingeniosas. Greco Gotor se acerca al drama que supone estar acostumbrados a la vulgaridad y, en cierto modo, a la decadencia humana, y, a la vez, sorprende con una selva de veganos caníbales, heterosexuales activistas de LGTB, racistas antirracistas, sugar daddies inocentes, supermamás totalitarias y más divertimentos. El escritor escoge un camino sencillo, que no simple, para contar la broma de lo irracional.
«Rodolfo y Chaney son unos trepadores máximos, pero quiero pensar que tienen buen fondo. Son un poco estúpidos, pero eso no es una deshonra. Debería existir un día del orgullo estúpido, para el colectivo de los que somos discriminados por nuestra torpeza», dice el autor. A los lectores no les abandonará la sensación de que viven en un guion cinematográfico vibrante, con ambientes agridulces, a veces, como las películas de Woody Allen.
Greco Gotor: Es madrileño. Escritor, guionista y más sinónimos. Graduado en Animación. Eternamente agradecido a todo lector que apueste por la lectura de un joven soñador.
No me convence mucho el argumento de esta novela, aunque reconozco que el título me ha encantado.
Besos!