Libros Cúpula, abril 2021
Dame más gasolina de Oro Jondo, un recorrido por la música de gasolinera.
Todos sabemos a qué se refiere alguien cuando habla de «música de gasolinera». Se podría decir que es algo así como música superventas consumida por la clase popular que triunfa sin la aceptación de la crítica ni el apoyo de los medios. Es música denostada por el gremio musical asociada a lo marginal, al mal gusto, a lo chabacano, a lo kitsch, a lo barriobajero y a la falta de criterio y clase. El ejemplo más destacable es Camela que, siendo el segundo grupo que más discos ha vendido en España, apenas ha contado con el apoyo de la industria.
La gasolinera vio nacer la tecno-rumba, que se hizo con el pódium del expositor, al que más tarde se subieron otros géneros como el bakalao, el reguetón, la canción del verano y los éxitos superventas que muchas veces llegaban concentrados en recopilatorios ya inolvidables y que forman parte de nuestro bagaje musical
Dame más gasolina es un recorrido musical por esa «música de gasolinera» que nos ha acompañado desde el siglo pasado (desde la irrupción del casete en España a mediados de los 70) hasta la actualidad. Un repaso por los diferentes artistas y estilos, y por su evolución en estética, sonido y formatos de escucha. Y todo esto narrado de una forma visual a través de la mirada y el peculiar estilo de los collages digitales de Oro Jondo, un original proyecto artístico que triunfa en redes, con su particular estética inspirada en la cultura popular.
Oro Jondo es la respuesta de una generación que ha crecido viendo a Los vigilantes de la playa en un televisor con flamenca y tapete.
Oro Jondo es un proyecto artístico multidisciplinar creado en 2014 por Juan Sánchez Porta (1989, Lorca – actualmente reside en Madrid) que se caracteriza por la creación de obra plástica, textil y diseño aplicado a producto con un carácter desenfadado e intencionadamente kitsch. Son creaciones inspiradas en referentes, iconos y estéticas de la cultura popular nacional e internacional de ayer y hoy que ofrecen como resultado composiciones barrocas, bizarras y recargadas, con un halo de aesthetic vaporwave, con las que se pretende que el espectador reflexione sobre la saturación de información visual a la que estamos sometidos día a día, debido a la sociedad de consumo a la que pertenecemos, y cómo esta modula e interfiere en nuestra conducta. Oro Jondo es la
respuesta de una generación que ha crecido viendo a Los vigilantes de la playa en un televisor con flamenca y tapete.
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