Universo de letras, octubre 2024
¿Quieres un desafío literario para el verano? Locura bajo llave es la novela psicológica que pondrá tus nervios a prueba.
La Editorial Universo de Letras apuesta con convicción por la ópera prima de Camila Musante (Valdivia, Chila, 1990), una narración que es en sí misma un campo de batalla mental y que defiende que «Toda mente tiene algo de demente»
He aquí un guante lanzado al lector que se considere una persona valerosa. Locura bajo llave no es una obra más de las que inundan un mercado editorial cada vez más saturado. No, ni mucho menos. Nos encontramos ante una novela para la que hay que tener agallas para aceptar el reto literario que nos propone. Con toda probabilidad, el nombre de Camila Musante no le diga —todavía— demasiado, pero haría usted bien en apuntarlo con rojo carmesí en su libreta de anotaciones para no perderla de vista, por lo prometedora que se presenta su incipiente carrera como contadora de historias. De momento, con su exuberante ópera prima ya se ha coronado como toda una alquimista del relato.
Vayamos a la trama: Maia es una joven adolescente que revienta de rebeldía ante el tipo de vida que le ha tocado en suerte. Vive en un orfanato tratando de entenderse de a sí misma y de comprender el sentido del desarraigo de su destino. Un mal día, es enviada a la unidad psiquiátrica del orfanato, conocida como La Jaula. Su gran amiga Jade morirá presuntamente suicidada, un hecho que detonará algo dentro de Maia: decidirá desafiar todo y a todos para descubrir la verdad. Por el camino, experimentará —con dudas y temores— lo que significa amar… en una relación que bordea lo prohibido.
El cóctel está servido. El ritmo de la narración es ágil, fluye con una sorprendente facilidad con saltos en las voces narradoras y hace que el lector necesite conocer qué sucederá a continuación para no perder detalle de este auténtico mapa del subconsciente que es en realidad está sólida novela. Hay que destacar principalmente lo bien que está esculpida su personaje protagonista: Maia atesora las hechuras y la enjundia para alzarse como imperecedera e icónica de lo que podemos entender como un símbolo de la juventud actual, necesitada de conocerse a sí misma y de una toma de decisiones valiente ante las adicciones que la acechan.
Antes de echar el cierre a esta nota, no estará de más paladear la potencia de una prosa que se nos muestra como un río caudaloso, a punto de desbordarse. «Al llegar a mi cuarto, cojo mis prendas de ropa favoritas y comienzo a darles cortes estilo puñal en todas partes. Una vez vestida, me maquillo bastante más recargada que lo normal: quiero verme mayor. Esta noche no seré una adolescente huérfana que de lástima por sus líos de amor. No, esta noche seré una estrella de rock and roll. Doy los toques finales con dos líneas negras bajo mis ojos y me escabullo dirección al jardín, donde quedamos en encontrarnos con Matías. El jardín… mi antiguo lugar de conquista que, en tan poco tiempo, me trae tantos recuerdos». Lo dicho: una novela de tremenda categoría.
0 comentarios