NUESTRA OPINIÓN …
Me traje La ronda de Francisco Bescós como recomendación directa desde Almería y, aprovechando que me lo habían puesto en bandeja y que ya me había llamado la atención con anterioridad su portada y argumento, fue uno de esos momentos en los que vi clara la elección de mi próxima lectura.
Lo primero que tengo que decir es para mi esta novela tiene dos partes muy diferenciadas: una primera en la que piensas «qué interesante este tema que va a tratar» y una segunda en la que descubres que ese tema casi nada tiene que ver con el argumento real de la novela, para descubrir que el que nos ocupa es mejor aún que el primero.
La ronda es un thriller policial que arranca con una muerte, aparentemente accidental pero de la que pronto descubriremos gracias a la pericia del policía principal de la novela, Juan Luis Seito, que ni es tan casual ni, posiblemente, es asilada. Así será como Seito luchará contra sus superiores e incluso algún compañero para tratar de dedicarle más tiempo a esta víctima y ahondar un poco más en los motivos que puede haber detrás. Y, aunque en este punto parece que la novela nos lleva a un tema de maras (bandas latinas) que es el tema que a priori me había parecido muy interesante conocer, el autor pronto nos da un giro de guion para llevarnos a una trama mucho más compleja. En cualquier caso, me ha gustado mucho esta parte y conocer todo el tema de las maras, cómo se organizan y actúan e incluso su evolución. Creo que el autor ha hecho un muy buen trabajo de documentación y ha conseguido plasmarlo en la novela de manera muy natural y perfectamente clara para que alguien como yo que no tenía ningún dato sobre esto, se pueda hacer una idea, y todo en muy pocas páginas ya que, como decía, pronto la historia dará un vuelco total.
En toda la primera parte de la novela vamos a conocer a dos inspectores de policía, el primero al que ya he mencionado y el segundo a Dulce O’Rouke, una inspectora que está siguiendo su propio caso y que también descubrirá una muerte que no le termina de encajar, aunque no será hasta la segunda parte cuando estas dos tramas confluyan y cuando estos dos policías, viejos conocidos, empiecen a colaborar y a sacar datos de algo que es mucho más complejo de lo que todos pueden llegar a imaginar.
Además de estos dos inspectores, por La ronda circularán algunos más que no serán más que algunas piezas para dar forma a la historia, para destensar en algunos momentos, darnos un respiro, y, sobre todo en mi opinión, para suplementar la descripción y la forma de ser de los principales, los golpes que han tenido en la vida y que les han convertido en lo que son. Todo un acierto que en este caso la descripción de los personajes no es tal sino que viene marcada por su comportamiento con la gente que les rodea.
La ronda tiene un argumento muy original del que no quiero desvelar nada importante porque creo que es uno de los puntos fuertes de la novela. Con Madrid y la M-30 como eje central de la trama ya que son un personaje más de la novela, nos encontraremos con unos investigadores que tendrán que pensar y desentrañar ciertos puntos a contrarreloj para evitar más víctimas.
Una trama complicada, macabra, muy bien hilada y de la que el autor nos va dejando pequeñas pistas para desembocar en un final frenético, muy visual, casi de novela de acción, y que no podrás abandonar hasta llegar a la última página. Una novela que al lector deja una vez más con la pregunta de .. ¿puede el dinero comprarlo todo?






















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