Universo de letras, septiembre 2022
Camelias en noviembre es una deliciosa novela ambientada en el Camino de Santiago que te muestra los escalofríos que da la vida.
La siempre atenta Editorial Universo de Letras pone en el mercado una obra que se erige en sí misma como todo un festín literario y que sirve para que los lectores se paren a pensar en las preguntas esenciales que vertebran nuestro paso por el mundo
Quizás el nombre de Ana María Rojas no te diga demasiado (todavía) en cuanto a referencia literaria se refiere. Sin embargo, probablemente harías bien apuntándolo en rojo, a tenor de lo prometedora que se vislumbra su carrera como autora. La Editorial Universo de Letras, perteneciente al Grupo Planeta, ha decidido apostar fuertemente por la publicación de Camelias en noviembre, su última propuesta, al considerar que su calidad en la prosa será capaz de tumbar la puerta del actualmente muy concurrido mercado editorial. No estamos ante una obra cualquiera, sino ante una que se articula en torno a la Gran Literatura, aquella que en sí misma, como defiende el célebre Abel Posse, no puede más que calificarse como «un acto de insensatez», dicho en el mejor sentido del término.
La trama nos habla de un poderoso protagonista en femenino que se llama Sarah y que se encuentra llevando a cabo el Camino de Santiago, en lo que parece ser una suerte de viaje iniciático, hacia el interior y transformador. Por cuestiones aparentemente azarosas, entrará en contacto con el Pazo de Boixas, donde su vida sufrirá una catarsis, casi una epifanía. El pasado se presentará sin previo aviso y habrá llegado el momento para tratar de entender cómo el paso del tiempo ha articulado su vida, y de dónde han surgido ciertas decisiones que merecen ser puestas en consideración. Estamos ante una prodigiosa obra, de mirada larga, indicada para todos aquellos que deseen levantar el periscopio y entenderse a sí mismos mientras disfrutan de una lectura excelsa.
Echemos un vistazo, sin destripar nada, al interior de las páginas para deleitarnos con la calidad y la calidez de su prosa. Como muestra, un botón: «Aquellos cánticos eran una dosis de paz para el espíritu. Sentí un escalofrío en la piel y se me saltaron las lágrimas. Fue mágico. En segundos repasé mi vida, sin acritud. A medida que las voces se elevaban, nada de lo que me preocupaba tenía importancia: espíritu y mente se me llenaron de luz. Fueron unos momentos únicos, nuevos o solo olvidados. Me transportaron a un mundo espiritual que no quería que acabase. Pero todo tiene su fin. Callaron sus voces y no podría decir cuánto tiempo pasó… Cuatro minutos o una hora; daba igual, nada contaba excepto aquel instante. Pero volví a la realidad. Empezó el rosario. Salí sin hacer ruido y les dejé con sus rezos». Maravilla.
Ana María Rojas, la autora de este prodigio, toma el apellido de su abuela paterna, con quien vivió los primeros años de su infancia. Hija única, algunos cambios de residencia y muchas horas jugando en soledad han servido para curtirla en la vida. Trabajó en una gran empresa como taquígrafa redactora y en la Escuela Superior de Bellas Artes, donde conoció a personajes relevantes de la cultura de las Islas Canarias. Afortunadamente para todos nosotros, ha dado luz verde a su pasión por la escritura.
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