Universo de letras, julio 2023
El TCA me dio la vida, el luminoso libro que enseña cómo mudar la piel y emerger desde la adversidad.
Editorial Universo de Letras pone en el mercado una obra muy especial, a caballo entre el manual de autoayuda y unas memorias muy vívidas, que demuestra que lo que parece un final… puede convertirse en un auténtico renacer.
Que la vida es un trampantojo continuo y que nada es lo que parece es algo que cualquier persona con una experiencia suficiente acaba aprendiendo en este valle de lágrimas… que bien podría convertirse en un camino más amable, si ponemos de nuestra parte. Este cambio de perspectiva se puede operar, en buena medida, si el propio observador considera que los problemas con los que se tropieza suponen, en realidad, oportunidades para hacer que emerja su mejor versión.
Algo así es en lo que ha concluido sabiamente María Escutia Guerra, la firmante de El TCA me dio la vida, un libro que es la quintaesencia de la honestidad. En él, se abre en canal para conectar emocionalmente con su público y compartir una experiencia que marca toda una vida: «Mi historia, que incluye la anorexia nerviosa que sufrí debido a un trastorno de conducta alimentaria, la pérdida de mi propio ser, la baja autoestima y los motivos por los que llegué a sufrirla».
María Escutia Guerra se sirvió de esa traumática coyuntura para usarla sabiamente como palanca y colocarse delante del espejo para hacerse las preguntas correctas. Quizás no se trata de entender únicamente cuál es el origen de ciertas patologías, sino que, además, convendría preguntarse cuál podría ser la finalidad, el sentido vital que se le puede otorgar a ese duro trance. ¿La cuestión correcta es entender para qué se ha pasado por esa enfermedad?
Puede parecer una pregunta extraña, sí, pero quizás es la más adecuada, puesto que, como bien dice la autora en un oxímoron magníficamente medido, una dolencia puede dar la vida. Recordemos, además, que los partos se acompañan de dolores… Y de ellos surge la vida, nada más y menos.
Además de relatarnos, de manera cálida y cercana, su caída al pozo y el posterior renacimiento tras superar la enfermedad, Escutia Guerra pretende que su libro sirva de compañero a los que se vean en un brete similar. De esta manera, completa su relato con una serie de ejercicios de introspección en busca de la necesaria fortaleza interior (no hay mejor medicina que la que fabrica el propio cuerpo, alimentado por nuestra mente), además de 365 consejos para armarnos de energía. Uno por cada día del año.
Es un libro de autoayuda muy bueno, lo recomiendo 100%. Es la historia de cómo salió adelante mi bonita amiga María. Es toda una guerrera, es muy valiente.