NUESTRA OPINIÓN …
Está claro que a lo largo de la historia se ha tratado a la mujer en muchas ocasiones como un ser inferior y al que hay que someter. Aun hoy en día la lucha por lograr la igualdad que nos corresponde es costosa, y lo que Christina Dalcher imagina en Voz, como una manera de sometimiento, es precisamente quitarles eso, la voz.
Pero no quitársela únicamente en sentido figurado sino en el más amplio sentido de la palabra.
Jean es una de las mejores en su profesión pero desde hace aproximadamente un año no puede ejercerla. De pronto vio como sus cuentas eran embargadas, los pasaportes de ella y su hija (no así los de los miembros varones de la familia) eran confiscados, ya no podía disponer de su teléfono móvil ni su ordenador, tenía que pedir permiso a su marido para llamar por teléfono hasta para llamar a sus padres, todos los libros (hasta los de cocina) quedaban fuera de su alcance, y su trabajo en el campo de la neurolingüistica, donde era una de las mejores, era sustituido por el cuidado de su casa y su familia.
Pero ahí no acababa todo. También desde entonces tanto ella como su hija, como todas las mujeres del país, llevan en su muñeca un «dispositivo» que en una siniestra cuenta va descontando de 100 las palabras que como máximo pueden pronunciar cada día, a partir de entonces una descarga cada vez más intensa recorrerá el cuerpo de quien ose romper esta regla.
¿No se os ponen los pelos de punta?
Y como si todo este panorama no fuese lo suficientemente terrorífico, además, Jane será la encargada de contárnoslo en primera persona, haciendo que Voz nos resulte verdaderamente escalofriante.
Pero lo que todavía resulta más sobrecogedor es que la autora no parece haberla situado en un tiempo futuro lejano sino que más bien podría estar sucediendo en nuestros días o poco después, y vistas algunas actitudes que se dan en la actualidad la imagen no nos resulta tan descabellada.
A lo largo de la narración nos daremos cuenta de que ante algo que podría parecer inimaginable, Jane no ha querido ver lo que estaba sucediendo más centrada en su carrera y su vida que en los avisos de su amiga Jacko y que cuando ha querido darse cuenta lo tenía ya encima y era tarde para reaccionar. Pero por otro lado, algo bulle dentro de ella que hace que se revele, sobre todo cuando piensa en su hija y ve situaciones que se dan en las mujeres que viven a su alrededor, y que intente hacer algo.
Me ha gustado como Christina Dalcher ha retratado a los personajes, a esa mujer con esa lucha interior continua por su situación familiar y personal, por la restricción de libertad a la que se ven sometidas las mujeres, a los sentimientos encontrados que le produce su hijo, a no poder entender a su marido. Tampoco quiero pasar por alto a Steven.
Otro de los puntos fuertes es la ambientación. Sin duda Christina Dalcher nos transporta a un ambiente sobrecogedor, un tanto aterrador que logra crear en el lector la sensación de que no es tan difícil vivir algo parecido.
Voz no es una lectura cómoda ni que te deje indemne. Son muchas las cosas sobre las que te va a hacer reflexionar a través de una novela relativamente corta, con una trama sencilla pero cargada de ideas a las que dar vueltas y un ritmo muy ágil. Una novela en la que si tuviera que ponerle un pero es el final, un final que sin ser precipitado, es un tanto atropellado y para mi gusto un poco de película.
Esta novela nos dará que pensar sobre el machismo, la educación, la manipulación, el sometimiento, la privación de la libertad y de la forma de expresarnos y comunicarnos, los fundamentalismos, también los religiosos, el control del poder, la fuerza de una idea mil veces repetida y manipulada que termina siendo acatada, el miedo que genera el poder de los libros que nos hacen libres.
Sin dudarlo os recomiendo esta novela llena de tensión en la que a ritmo de thriller nos hará reflexionar sobre unas cuantas cosas.
Todo el planteamiento y la primera mitad de la novela me gustaron mucho. Pero la deriva que toma en la segunda parte, ya más thriller, y el final, que me pareció horroroso, hecho a la carrera y sin terminar de atar, hicieron que no se me quedara como lectura «redonda». Sí que es aterradora toda esa primera parte, lo mejor sin duda del libro. Un beso
A corto plazo no la leeré pero porque me he saturado de verla, aunque sí que quiero hacerlo más adelante porque toda la crítica que realiza me gusta mucho.
Besitos
Esta proliferación de novelas relacionadas cercana o lejanamente con El cuento de la criada no llegan a tentarme, supongo es que al haber leído El cuento de la criada me da un poco de reparo de que me sepan a poco. En principio no me animo pero ya veremos.
besos
No me atraen mucho las utopías que tratan sobre el sometimiento de las mujeres, por eso lo dejo pasar. Besos
Totalmente de acuerdo con tus impresiones. Una lectura que da miedo por lo realista y factible que resulta.
Besos.
Hola.
Yo no he leído este libro pero tengo amigas que si lo han leído y les ha gustado mucho. Sin embargo este libro no es lo que yo suelo leer, por lo que lo voy a dejar pasar.
Gracias por la reseña.
Nos leemos.
Le tengo ganazas a este, me llamó desde que lo vi.
Besotes
No sé… Andaba así así, pero creo que definitivamente no. Besos
No soy yo mucho de distopías, de hecho no he leído El cuento de la criada porque siento que lo voy a sufrir mucho. Pero no sé por qué este me llama más la atención por ese control de las palabras. No sé, probablemente acabe leyéndolo en un futuro.
Un beso
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