HarperCollins Ibérica, enero 2023
La nueva novela de Beatriz Rico: Tú quédate conmigo… yo me encargo de que merezca la pena. El amor de pareja visto desde el prisma no romántico: el amor práctico e instintivo del que muchas veces nos avergonzamos. Las situaciones descacharrantes a las que llevan el caos y la falta de glamur en la trastienda de la TV y sus realities.
Me llamo Rita, fui Miss España y ahora vivo del faranduleo. Presento galas, hago publicidad en Instagram que me pagan con champús y ahora me han dado un programita muy mono en la tele.
Mi novio Jaime ya no es mi novio. Le pillé un wasap que decía: «Estoy más caliente que el queso de un sanjacobo». Así que le he echado el ojo a un vecino nuevo que es okupa, fontanero y tuno. Además, tengo problemas con las fuerzas del orden, es decir, que me he acostado con un policía, el pobre folla tan mal que ese minuto se me hizo largo, y ahora el tío no me deja en paz.
Hago voluntariado en el hospital. Ahí me siento muy bien, no solo porque la bata blanca me queda fenomenal, sino porque tengo la sensación de que ayudando pinto algo gordo en este mundo, aunque tampoco me lo ponen fácil. Por suerte, tengo una ayudante, una espía: se llama Mariluz, es hábil como un ninja, muy inteligente y usa andador. Mi espía de la tercera edad y yo tenemos un plan que… Bueno, es que es muy largo de contar.
Beatriz Rico nació un día y aquí sigue. La asturiana cumplió en Madrid su sueño («Mamá, quiero ser artista») y ha llegado a ser una de las actrices españolas más conocidas de cine, teatro y televisión.
Tiene su propia banda de rock, dos gatitos y un armario cápsula.
Sus miles de seguidores la han convertido en todo un referente de las redes sociales y eso le compensa un poco el disgusto de tener una discopatía lumbar.
Tú quédate conmigo… yo me encargo de que merezca la pena es su segunda novela, continuación de De Miss a más sin pasar por Albacete, aunque se puede leer perfectamente de manera independiente.
Os ruega que no la busquéis en la Wikipedia porque alguien le tiene manía y siempre le pone más años, y eso no está bien.
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