NUESTRA OPINIÓN …
No suelo oír la radio, menos programas que no sean de música ya que si lo hago mientras trabajo me voy detrás de ellos y pierdo la atención pero precisamente un día que puse el programa de Carlos Alsina, por cambiar, pillé una entrevista a los autores (y protagonistas) de este libro y fue precisamente esta entrevista lo que me hizo lanzarme a la lectura de Princesas de cristal de Ana López Recalde, Azucena Díez Suárez e Ignacio López Goñi.
Princesas de cristal no es una novela, es lo primero que hay que dejar claro. Sin embargo, los que nos seguís sabéis que el tema de la psicología y concretamente de la anorexia es algo que siempre llama mi atención desde que muy niña leí Las chicas de alambre de Jordi Sierra i Fabra. Descubrir como una enfermedad puede hacerte ver ante un espejo una realidad que no es, siempre es algo que me ha sorprendido y asustado a partes iguales.
En Princesas de cristal nos vamos a encontrar la historia de Ana, una chica que sufrió anorexia a los 16 años y a la que la escritura de este libro ayudó, aparte de otras muchas cosas y sobre todo indicaciones de los médicos y su propia valentía, a salir de la anorexia. Y digo ayudó porque fue su propia psiquiatra, segunda de las autoras de este libro, quién la animó a hacerlo como proceso de sinceridad con ella misma y con los de su alrededor, y como ayuda para todo aquél que estuviera, o esté, en su situación de entonces. Un libro con la máxima que de la anorexia también se sale.
En Princesas de cristal nos vamos a encontrar todo el proceso que sufre Ana, desde sus primeros escarceos con la enfermedad hasta el alta médica, pasando por sus ingresos, sus recaídas y todas las mentiras que se construyó a lo largo de la enfermedad con todo el que tenía alrededor. Para mí, una vez vez más, ha sido un choque de realidad ver cómo las personas que sufren esta enfermedad pueden tener una visión tan distorsionada de ellas mismas y reafirmar una vez más que no es una tontería sino una enfermedad y muy seria. Ana será la encargada de contarnos muchos de los capítulos en primera persona, con sus sentimientos de entonces y los que tiene después al recordarlo. Es quizá la visión más real porque, aunque no lo comprendamos, es lo que pasa por la cabeza de esas personas que sufren anorexia.
La segunda de las manos, como ya he anticipado, es la de su psiquiatra, Azucena. Ella en el libro nos da la visión médica, la explicación en ciertos casos de porqué se producen ciertos comportamientos o porqué pasan ciertas cosas en función de las reacciones químicas que tienen nuestro cuerpo ante la falta de alimento. También es la que nos muestra la realidad de la sociedad, cómo siguen existiendo esas páginas pro anorexia y pro bulimia con las que hay que seguir luchando y cómo podemos contribuir como sociedad a que ciertos cánones de belleza se modifiquen y que no sean el referente de la juventud.
La tercera mano es Ignacio, el padre de Ana. En todo este proceso tanto su madre como sus hermanos fueron muy importantes pero en este caso es su padre quién pone voz a ese sufrimiento de la familia, a ese no saber qué hacer y esa toma de decisiones que no siempre es fácil como un ingreso.
Tengo que decir que me esperaba un libro de estilo de «Cómo volé sobre el nido del cuco» que siendo una experiencia personal y no novela me tuvo mucho más enganchada. Quizá en este caso, esas tres manos en ocasiones me han lastrado un poco la lectura. Sin embargo, creo que son importantes para comprender todas las partes y me ha resultado una lectura que sin ser pesada es quizá más divulgativa.
En cualquier caso, me ha gustado saber una vez más un poco más de esta enfermedad desde distintos puntos de vista, conocer la historia de Ana y sobre todo quedarme con que el libro también ha sido una especie de terapia y que ha sido una ayuda para la que hoy es una enfermedad superada. Gracias por sincerarte, compartirla y ojala sirva a muchas Anas pero también a muchas familias.
Una excelente reseña aunque esta vez no creo que me anime.
Besotes!!!
Este es uno de esos libros que tiene que interesar a priori leer sobre el tema del que trata. Yo de momento no me animo.
Un beso
No me animo con este, pero viendo que te interesa el tema te recomiendo Días sin hambre de Delphine de Vigan. En el libro la autora «novela» su propia experiencia con la anorexia y el tiempo que pasó ingresada en el hospital por esta causa.
Besos.
Un tema durillo pero en esta ocasión no me animo. Besos