NUESTRA OPINIÓN …
Hay títulos antes los que te rindes nada más verlos. Hay autoras que te ganan nada más las conoces y si se juntan estas dos cosas ya sabes que irremediablemente te vas a rendir ante una novela que te encuentras en la librería, y en No pasa nada y si pasa, se le saluda de Raquel Martos, se juntaban ambas premisas.
Con un principio de no más de un par de hojas que puede presagiar que estamos leyendo algo que no creíamos que fuera esta novela, Raquel Martos nos hace darnos cuenta de los mal pensados que somos y empezamos así a conocer a Carla. Carla se enfrenta a una operación de las cuerdas vocales y en este libro vamos a acompañarla durante las seis semanas que dura su mudez forzosa y en las primeras horas de su nueva voz.
¿Como una chica como ella habladora por naturaleza y que además ha hecho de la voz su trabajo, es locutora en la radio además de poner su voz a cuñas publicitarias, va a sobrevivir a esas seis semanas?. Pues te tendrás que adentrar en las páginas de No pasa nada y si pasa, se le saluda para saciar tu curiosidad.
Carla habla mucho y escucha poco y quizá esto es algo que como bien decía Raquel en la presentación del libro deberíamos plantearnos que hacemos todos. Nos empeñamos en llenar silencios, en hablar, hablar y hablar sin pensar realmente lo que decimos y sobre todo sin dedicar demasiado tiempo a escuchar el silencio y la reflexión a que invita éste.
Teniendo en cuenta que nuestra protagonista está muda y que tiene que expresarse todo el tiempo a través de la palabra escrita, hay que tener en cuenta el reto al que se enfrentó el maquetador del libro a la hora de dar voz a Carla.
Y esto es una de las novedades de este libro, ya que formando parte del texto nos vamos a encontrar mensajes de whatsApp tal y como nos los encontraríamos en nuestros teléfonos, algo que aporta una estructura visualmente atractiva y novedosa a la edición. También nos vamos a encontrar los mensajes que Carla pone en su pizarra para comunicarse con las personas que tiene delante. En este caso, para que sean más fáciles de distinguir del resto del texto nos los vamos a encontrar en negrita y mayúsculas (mensajes que en muchos casos transmiten más que las simples palabras). Finalmente, también nos vamos a encontrar unos pocos mensajes de e-mail que irán con la propia estructura del e-mail (de, para, asunto…) y en letra cursiva para diferenciarlos también del resto del texto.
En conclusión, que no nos va a quedar ninguna duda de cómo se está comunicando Carla en cada momento, cosa a valorar, ya que conseguir que el lector identifique perfectamente de que manera está «hablando» sin matizarlo cada vez, a priori, no parece una tarea fácil. Es por ello que me ha gustado esta nueva estructura visual en una novela que la da un tono de frescura y diferenciador de lo que estamos acostumbrados a encontrarnos.
Si, además de todo lo anteriormente señalado, nos encontramos con un lenguaje sencillo, cuidado, con muchas notas de humor, pero que también contiene mucho sentimiento, está claro que no nos será difícil recorrer las páginas de No pasa nada y si pasa, se le saluda con facilidad, rapidez, sonriendo en muchas ocasiones, envidiándola y hasta casi enfadándonos con ella en otras muchas.
Y es que Carla es una persona insegura y ello se trasluce en su vida. No logra dar carpetazo a una relación que nada bueno la aporta, un situación laboral estancada y de la que no logra tomar las riendas (aunque se dedique a lo que siempre ha querido y lo que la apasiona), a una herida por la muerte de su hermano que no logra cerrar, …, y es que aunque sus amigos, los de verdad, tratan de avisarla de que se está equivocando y aconsejarla de que tome las riendas de su vida (porque siempre las cosas se ven mejor desde fuera cuando se tiene cierta distancia), Carla no los escucha.
Sin embargo, gracias a esta época en la que Carla está sometida a una total mudez, va a tener que escuchar más que hablar, escuchar y escucharse, lo que va llevarla a reflexionar, a ser capaz de dar un giro total a su vida, a pensar que tiene que coger el timón de ésta, a que hay que arriesgarse, y que si las cosas no salen bien, como dice el dicho castizo, no pasa nada y si pasa, se le saluda.
Durante estas semanas Carla no va a estar sola. La van a acompañar principalmente dos personas muy importantes para ella.
Mariam, su amiga de verdad, una de esas amigas que cuando se tiene la gran suerte de contar con ellas es como tener un tesoro, de las que escuchan, apoyan, están contigo y siempre sin pedir nada a cambio (una relación recíproca, no se da en una única dirección), esa amiga que es a la única a la que consientes que te diga ciertas cosas y además con toda la dureza del mundo. Opuesta totalmente a Carla, con una vida nada fácil a sus espaldas pero con el claro objetivo de disfrutar lo que venga. Se complementan a la perfección haciéndonos sentir envidia de esta preciosa amistad.
También está Juan, el amigo que está contigo, que te conoce, que te ayuda y apoya, que siempre está para darte un achuchón, un abrazo, para animarte, que además es divertido, te mima y te cuida, el que a todas nos enamorará y con el que, seguramente, a todas nos gustaría tener algo más que una amistad.
Aunque más en la cabeza de Carla que en persona también estará Roberto, esa relación que está rota pero que no termina de finiquitar, esa herida que sigue abierta y que en cierto modo Carla se resiste a que se cierre. Ya os adelanto que Roberto no nos va a resultar nada simpático ni mientras está en la cabeza de Carla ni cuando aparece en escena, el poco tiempo que está en ella.
No podemos olvidar a la madre de Carla, como no va a estar su madre cuidándola en todo lo posible, y más cuando es lo único que le queda, y aunque a veces la protagonista se sienta un tanto agobiada (creo que esto nos pasaría a cualquiera), si no estuviera ahí cuánto la echaría de menos. Durante este período que compartiremos con Carla nos daremos cuenta de que hay algunas situaciones, algunos sentimientos que Carla no ha terminado de digerir y comprender, pero ahí estará su madre para darle una lección de vida, y es que por regla general las madres siempre tienen mucho que enseñarnos en cualquier ámbito.
También hay otras personas en estas semanas que están sin estar, que han dejado una gran huella en Carla, una huella que no se va a borrar nunca: su padre y su hermano.
Como es lógico nos vamos a encontrar más personajes, con mayor o menos relevancia, frente a los cuales tomaremos una clara posición, y es que Raquel nos describe tan bien los sentimientos de Carla hacia cada uno de esas personajes que aparecen sin ser tan importantes, que tendremos prácticamente los mismos sentimientos que tiene la propia Carla hacia ellos.
En cuanto a la estructura del libro nos vamos a encontrar que los capítulos vienen precedidos de un trocito de algunas de las canciones de conforman la banda sonora de este libro. Para cada capítulo una canción. Además al principio del libro viene un código QR para que escuchemos las canciones del libro y por consiguiente las favoritas de Carla.
Por último comentar, que ya sabéis que nos encanta comentar curiosidades, que el vino que aparece en la novela es real, y que la propia autora nos contó, que es un vino con el que apareció un amigo después de que le contara de qué iba el libro. A Raquel le pareció que sin duda tenía que aparecer en la novela, y es que este vino se llama «Habla del silencio» y desde aquí os decimos que el vino , lo hemos probado y también os lo recomendamos.
No conocemos a Raquel. Bueno sí, pero no más que la mayoría de nosotros de verla en la tele o escucharla en televisión. Bueeeeno, hasta quizás un poco más ya que en alguna ocasión nos hemos visto en persona y hemos cruzado algunas palabras con ella, mensajes de Twitter o correos, y hemos leído los post y artículos que escribe, pero está claro que conocerla, conocerla, lo que se dice conocerla, no la conocemos, y aunque estamos seguros de que los personajes son imaginarios y las situaciones inventadas (¿o como es eso que pone en los libros?, ahhh sí: «Personajes y acción son de producto de mi imaginación y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia»), nos da «la ligera sensación» de que Raquel Martos ha sido muy generosa y nos ha regalado en esta novela algunos pedacitos de ella.
Pues los ingredientes son muy atractivos, habrá que apuntarlo en la lista,
besucus
A pesar de todo lo dicho no me atrae demasiado, quizás tenga que ver que la autora no me cae demasiado bien.
Parece perfecto para desconectar entre lecturas más densas. Besos.
Para desconectar puede estar bien, pero de momento no me voy a animar. Besos.
Ya me atraía antes y más me atrae ahora tras leer vuestra reseña. Apuntadísimo!
Besos
Habrá que añadirlo a mi lista, aunque de momento está demasiado llena :)
Lei el de Los besos no se gastan y me sorprendió gratamente,aunque cuando lo leí no le puse cara a Raquel,y ahora este le tengo esperando gracias a vosotras y seguro que me gustara,besotes
Parece interesante para desconectar durante un rato pero no me acaba de convencer. Me lo seguiré pensando jeje
Un besito!
Yo tengo siempre mucha curiosidad por comprobar cómo escriben esos personajes que salen en la caja tonta… No descarto comprobarlo con esta novela. Besos
Tenía mis dudas pero después de leer la reseña sí que me apetece, todos esos ingredientes hacen que sea una lectura muy apetecible
besos
Me resulta una historia muy curiosa y tengo más curiosidad aún por ella .
Me hace mucha gracia el título de esta novela, porque tengo un compañero en el trabajo que siempre dice esa frase. Lástima que no se le haya ocurrido a él escribir un libro, jaja.
Pues no era un libro que me llamara la atención, pero al final me has hecho cambiar de opinión.
Besotes!!!
Lo tengo ya en casa, como sabes. Me está costando después de leer esta reseña no hincarle el diente inmediatamente!!
Besos
Me apetece un montón, sólo oigo cosas buenas!!
Hola! no conocía el librito pero por lo que leo merece la pena, lo tendré en cuenta!
Besos =)
tiene buena pinta la novela esta, a lo mejor me ánimo! Salu2!
Parece una novela de las que me pueden gustar.
Besitos.
Sinceramente, no me imaginaba que la historia pudiera ir en ese sentido, lo tendré que ver desde otro punto de vista y darle una oportunidad.
Acabo de terminar de leerlo. Al principio puede parecer un libro sin trascendencia pero me ha atrapado hasta el final. No se si será porque de alguna manera me he sentido identificada con Carla o porque tiene párrafos en los que plasma mi manera de ver la vida pero lo cierto es que tiene su miga.
Saludos