NUESTRA OPINIÓN …
No mentirás no era el primer libro de Blas Ruiz Grau que entraba en casa, pero sí ha sido el primero que hemos leído, y no por falta de ganas de darle una oportunidad a este autor con el que no sólo hemos intercambiado tuits, sino con el que también hemos tenido oportunidad de hablar en alguna Feria del Libro.
No mentirás nos cuenta como Carlos Lozano, un abogado de éxito, cuadriculado, ordenado al extremo, lleno de manías hasta el límite que yo añadiría que padece trastornos obsesivo-compulsivos (TOC), recibe una llamada inesperada de la policía informándole del suicidio de su padre.
Carlos no mantenía ninguna relación con su padre desde hacía muchos años, por lo que para él su muerte, en principio, sólo va a suponer el trámite de personarse dónde han tenido lugar los hechos, hacerse cargo del cadáver y darle sepultura, para volver a su vida de siempre.
Con lo que Carlos no cuenta es con que las cosas no le van a resultar tan sencillas. Lo que en principio parecía un suicidio sin más va a ser el principio de una serie de asesinatos que van a parar a manos de un inspector novato que acaba de aterrizar el Alicante. Nicolás Valdés, que ese es su nombre, junto con su compañero y amigo Alfonso van a tener que sudar la camiseta para intentar resolver este asunto y demostrar que son merecedores, sobre todo Nicolás, de la confianza que han depositado en ellos.
No mentirás es una novela que ya desde el principio logra crear la intriga en el lector y que éste empiece a plantearse dudas sobre qué puede haber tras lo que está leyendo.
Blas Ruiz Grau nos relata los hechos desde dos focos distintos. Por un lado vamos a asistir a las pesquisas que lleva a cabo Carlos para tratar de averiguar si hay algo detrás del suicidio de su padre después de los derroteros que está tomando el asunto y, por otro, a las investigaciones que lleva a cabo el Inspector Valdés para esclarecer los hechos e intentar descubrir quién está detrás de lo que está sucediendo. Esta forma de narrar que sustenta una acción que transcurre en tan solo nueve días, a través de capítulos cortos encabezados por el lugar, la fecha y la hora en que tienen lugar los hechos y que se van alternando, dan un ritmo a la lectura que mantiene, sin piedad, al lector pegado a sus páginas.
El autor escribe con un estilo, fresco, directo, sencillo y muy visual, con diálogos que agilizan más si cabe la lectura, con un buen manejo de la tensión, sabiendo mantener el interés del lector mediante giros inesperados y personajes sobre los que nos hace cambiar nuestras sospechas.
Dicho lo anterior también es cierto que he echado un poco de menos algo de mimo en ciertos aspectos, algunas cosas de redacción y edición que se podrían haber pulido un poco más, pero esto es una opinión totalmente personal.
En cuanto a la documentación se nota que el autor sabe de lo que habla cuando trata de los procedimientos policiales y forenses.
Salvo en el caso del protagonista Carlos y un poco en menor medida en el del Inspector Valdés, que están dibujados con mayor detenimiento y en los que vemos una evolución, el resto están esbozados los suficiente como para que el lector pueda reconocerlos sin dificultad, lo que es más que suficiente para el papel que desempeñan en la trama.
En cuanto al final, que es uno de los puntos fuertes de la novela por ser muy sorprendente e inesperado, me ha parecido un tanto precipitado y si bien resuelve el caso que nos ha tenido en vilo durante toda la novela es cierto que deja algunos asuntos en el aire que, imagino, serán desveladas en próximas novelas al formar ésta parte de una trilogía.
Al final No mentirás ha resultado una lectura muy entretenida que me ha mantenido pegada a sus páginas e intrigada a lo largo de toda la historia, si bien he encontrado en ella luces y algunas sombras, pero como he dicho anteriormente, esto es algo totalmente personal y te animo a que no te quedes sólo con lo que aquí has leído y busques otras opiniones para formarte una más completa.
No nos resistimos a saber como continuará la trilogía, así que ya tenemos en nuestro poder No robarás, la siguiente entrega, de la que ya os contaremos lo que nos ha parecido
No me he animado con esta trilogía y por ahora lo dejo pasar.
Besos.
Tiene buena pinta. Lo que me da pereza es que sea trilogía.
Besotes!!!
Este libro me gustó, pero no llegó a entusiasmarme tanto como para querer continuar con la serie. Besos
Leí el anterior y me he quedado un poco estancada porque no me apetece seguir leyendo, de momento.
Besukis.
No me animé con estos libros y creo que de momento no loharé.
Besos
Me gustó mucho y el siguiente también
Besos
La verdad es que esta historia cumple el puro entretenimiento. Ese pulido que dices del texto, sí que se echa de menos. No sé si en el segundo ya se habrá hecho.
Besos.
A mí me cae muy bien Blas y por eso, cuando leí alguna reseña que le ponía alguna pega, especialmente en el sentido que comentáis, me dio rabia. En cualquier caso, a mí no me importaría echarle un ojo. Besos
No me gustó.
Demasiados detalle innecesarios:
«Arrancó el motor del coche pasados diez segundos exactos desde que montó en él y cerró la puerta. Presionó el botón del mando con su mano izquierda y esperó a que la puerta estuviera abierta del todo. Contó cinco segundos y salió, pulsando el botón de nuevo con su mano izquierda.»
«Antes de ponerse con los informes se acercó hasta el café que cada mañana tenía que tener preparado encima de su posavasos personalizado con el logo de la empresa. Los becarios estaban avisados de que a las siete cuarenta y cinco de la mañana, el café tenía que estar a noventa grados centígrados justos, hecho con una presión de ocho bares —que uno de los sensores de la moderna cafetera se encargaba de medir—, lleno a un setenta y cinco por ciento del vaso y con la mezcla de cafés que él mismo compraba por internet procedente de Colombia, de una plantación de confianza que uno de sus propios clientes tenía en el país.»
Me pareció tan pesado ese nivel de detallismo, que me aburrió y lo abandoné.
Vamos a ver, es que ese nivel de explicaciones milimétricas es para definir al personaje de Carlos, cuyo carácter es así, meticulosamente, lo tiene todo controlado, nada se sale del orden que él ha previsto anteriormente. En el libro se habla muchas veces de sus manías por controlarlo todo. No veo dónde está el problema, simplemente define el nivel de tiquismiquis que tiene.