Neus Català recibirá un homenaje en París el 4 de octubre

Roca Editorial, octubre 2019

Neus Català recibirá un homenaje en París el 4 de octubre, donde le dedicarán una calle en presencia de sus hijos, la alcaldesa de la ciudad y Carme Martí

En febrero de 2010, Carme Martí solicitó una entrevista a Neus Català para incluirla en una serie de crónicas que estaba escribiendo sobre mujeres que vivían en entornos rurales. A la gran representante de las represaliadas del franquismo y encarceladas del nazismo le hizo gracia que una periodista quisiera hablar con ella no sobre su pasado como prisionera en un campo de concentración, sino como habitante de un pueblo del Priorat, y accedió a reunirse con ella.

La química fluyó entre las dos mujeres y, tras unos días de reflexión, Martí propuso a Català escribir una novela en la que contara su experiencia como testigo excepcional de los acontecimientos que asolaron España durante la Guerra Civil y Europa durante la Segunda Guerra Mundial. La represaliada pondría los recuerdos y la periodista, las palabras; y juntas crearían un documento fundamental para la conservación de nuestra memoria colectiva. Así, en 2012, Carme Martí publicó Cenizas en el cielo (Roca Editorial), y ahora en homenaje a Neus Català la recuperamos con el título de La paloma de Ravensbrück.

De hecho, en la ‘nota de la autora’ añadida en esta nueva edición, Carme Martí cuenta las circunstancias en que conoció a Neus Català y da cuenta de la importancia que aquella mujer tuvo para la conservación de la memoria histórica de nuestro país y, en realidad, de nuestro continente. Y es que aquella anciana que nos abandonó hace menos de seis meses, a la edad de 103 años, encarnaba la historia de cientos de miles de mujeres que huyeron de las garras de Franco para, en muchos casos, caer en las de Hitler.

La paloma de Ravensbrück no contiene únicamente la biografía de Neus Català; en sus páginas están representadas las voces de cientos de miles de españoles cuyas historias han sido silenciadas durante demasiado tiempo.

¿QUIÉN FUE NEUS CATALÀ?

Neus Català falleció el pasado 13 de abril de 2019 a la edad de 103 años. Con su muerte, los españoles no solo perdimos a una mujer de un carácter extraordinario, sino también una parte fundamental de nuestra historia. Porque ella representaba a todas las represaliadas que, con el triunfo de Franco, tuvieron que exiliarse a Francia para, en muchos casos, caer en manos de un ejército nazi que las recluyó en campos de concentración. Es por esto que la muerte de Neus Català es la muerte de nuestro pasado como sociedad que no quiere olvidar.

Neus Català nació en Els Guiamets, el pequeño pueblo del Priorat catalán en el que, siendo todavía una adolescente, encabezó una protesta contra la diferencia salarial entre hombres y mujeres. Durante la guerra, además de formar parte activa del PSUC, estudió enfermería y ascendió a jefa sanitaria en una “colonia Negrín”. La entrada de las tropas franquistas en Barcelona la obligó a huir, junto a los críos a su cargo, a Francia, yendo a instalarse en Carsac, donde trabajó como jornalera y limpiadora.

Pero las tropas nazis no tardaron en invadir el país galo y, empeñada en luchar por la libertad de los pueblos oprimidos, Català se unió a la Resistencia. Fue en esa época cuando se casó con Albert, con quien no pudo disfrutar de demasiada felicidad, dado que enseguida fueron capturados, torturados y enviados a campos de concentración. La última vez que Català vio a su marido fue en un tren de ganado. Nunca más habrían de entrelazar sus manos de nuevo.

Català fue enviada a Ravensbrück (Alemania), un campo tristemente famoso por los experimentos de esterilización realizados a las mujeres, y después a Flossenbürg (Checoslovaquia). Pero los muros de aquellos infiernos no detuvieron su rebeldía: cuando la pusieron a trabajar en una fábrica de armas, saboteó las balas introduciendo moscas en su interior; cuando los carceleros plantaron flores alrededor de sus propios barracones, ella las arrancó; cuando maltrataron a sus compañeras, inició una huelga de hambre…

La liberación llegó de la mano de los maquis checos y polacos y Neus Català regresó junto a sus padres, que la esperaban en la localidad francesa de Sarlat.

Y fue en ese pueblo donde realizó uno de los actos más importantes de su vida: un día salió a la calle vestida con el traje de prisionera que había llevado en Ravensbrück, caminó hasta la tienda del retratista y se inmortalizó en una fotografía que habría de convertirse en todo un icono de la memoria histórica de las represaliadas españolas.

Tiempo después, cuando la normalidad volvió a su vida, y mientras militaba en el PSUC en el exilio y en la Unió de Dones de Catalunya, Català se enamoró de nuevo, esta vez de un hombre llamado Félix, junto a quien tuvo dos hijos. La maternidad hizo que decidiera volver a España y trabajara como agente de enlace del PSUC en el exilio y la organización clandestina en Cataluña.

Cuando la vejez le vino a visitar, Català quiso ingresar voluntariamente en un geriátrico de Els Guiamets, y aguardó la llegada de la muerte: ‘Me siento preparada para empezar la última etapa de mi vida, la última soledad’.

Vivió hasta los 103 años y, según nos cuenta Carme Martí, unos días antes de fallecer, estuvo haciendo lo que más le gustaba: cantar.

1 Comentario

  1. La pelipequirroja

    No la tengo apuntada, directamente la llevo grabada a fuego porque no pienso perderme su lectura.

    Besitos.

    Responder

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